viernes, 25 de febrero de 2011

EL IMPERIO AL DESNUDO: UNA DERROTA MÁS DE SU PLANA MEDIÁTICA, AHORA EN LIBIA

Por Carlos Maldonado

La estrategia mediática del Imperio quedó al descubierto. Con las tomas enviadas por el reportero de Telesur; Jordán Rodríguez, de lo que se vive en Trípoli, la capital libia, el libreto de la falsimedia cayó como castillo de naipes.

Trípoli, ayer, vivía una de las jornadas más tranquilas en sus calles. El comercio, el tráfico vehicular y peatonal era normal en la ciudad capital. No había ningún indicio de bombardeos o de cadáveres mutilados por estos en la ciudad. Ni siquiera los hospitales ni las morgues registraban el hacinamiento y la urgencia propia de una ola de heridos y muertos. Es más, la gente de a pie, hombres, mujeres, denunciaba a las grandes cadenas de noticias BBC de Londres, CNN y NBC de Estados Unidos y El País de España como los grandes artífices de la desinformación, a la que su suman las otras de América y Europa. Si alguien aún seguía creyendo a pie juntillas en la labor profesional de esas, dicha creencia quedó seriamente dañada por la evidencia, una vez más, de su felonía por corresponder a los intereses del Imperio antes que los objetivos éticos y nobles que se esperan de ellas.

La misma CNN tuvo que expresar a través de uno de sus presentadores, Carlos Montero, la sorpresa que causó el reportaje muy profesional de Telesur e interrogar a José Levy, su corresponsal para Medio Oriente, acerca de la veracidad de las tomas que trasmitió la cadena sudamericana. Ante esa evidencia más grande que el sol, el periodista destacado en aquella convulsa región tuvo que argumentar, algo incómodo, que si bien, la capital estaba en calma, otras regiones tenían algunos elementos de convulsión, desdiciendo incluso los imágenes que había sacado pocos momentos antes la CNN, donde se mostraban a manifestantes prendiendo fuego a barricadas, en cuyo cuadro inferior izquierdo de dichas imágenes se leía: “Trípoli, Libia”. Eso indica que como en otras ocasiones la agencia de Atlanta utiliza imágenes de otros hechos, incluso de otras partes del globo para endilgarlos a los escenarios que desea el Imperio que sean vistos por el mundo para generar repudio en la opinión pública mundial hacia el objetivo. ¡Desfachatez total! ¡Metida de pata hasta la ingle! Esas cadenas noticiosas deben sufrir una revisión total de su plantilla.

La mentira que cundió en todas las agencias noticiosas como una estrategia para acorralar al gobierno de Gaddafi y allanar el camino para la intervención armada por parte de la OTAN, quedó sofocada con las imágenes de Telesur, los otros focos de desestabilización prendidos por mercenarios pagados por Estados Unidos y las potencias europeas, deben estarse extinguiendo con la intervención del Ejército libio y los Consejos Populares. Así que la situación en Libia volverá a la normalidad pronto y las ambiciones imperialistas y secesionistas, frenadas, al menos, por el momento.

Ante esta coyuntura, el pueblo libio no debe dar tregua a los intentos de las ex potencias coloniales y sus adlátares internos. Reorganizar el gobierno y la estructura de poder dentro de las fuerzas armadas así como en las populares para estar más organizados y enfrentar los ataques futuros que, no dudamos, vendrán, debe ser su labor inmediata. Sabemos perfectamente que eso es lo que precisamente están haciendo.

Algunas agencias todavía, empecinadas en la plana mediática de la desinformación, (quizá no se han dado cuenta), siguen repitiendo la falsedad en que se basó la estrategia, sin embargo, el golpe mortal está dado. Ante el mundo quedó al descubierto su miseria y a quien responden en realidad.

Los habitantes de este planeta ya no somos los ingenuos de hace 20 años. Las herramientas mismas que el capitalismo ha extendido para agigantar, a través del consumo, su ganancia, como son los móviles, han servido para que las personas se comuniquen más fluidamente y en esta ocasión la verdad fluyó a borbotones por medio de la banda ancha de Telesur y las que mandan los usuarios libios.

En mi país, Guatemala, algunos columnistas repiten ese libreto agotado y descartado, y escribiendo de lo que ignoran totalmente, solo hacen el ridículo demostrando con ello que la prensa acá es tan poco profesional, chismográfica y mezquina. Pero bueno, son los cambios que desde estas pequeñas y humildes trincheras tenemos que hacer todos los que deseamos la patria liberada, porque, la batalla no se libra solo en las calles y en los campos; es preciso ganarla, especialmente, en el mundo de las ideas y la palabra para hacer avanzar el triunfo de la humanidad.

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