martes, 13 de julio de 2010

Y VUELVE LA BURRA AL TRILLO

Por Carlos Maldonado

Y vuelve la burra al trillo… El editorial de elPeriodico de hoy martes 13 de julio de 2010, torna a pecar de infantilismo. Pareciera sacado de una novela tropical.

Dentro del marco de la invocación de la “libertad de prensa”, hace una defensa artificiosa de un prófugo de la ley en Venezuela que si no fuera un hombre acaudalado y propietario de un medio de comunicación, aparte de estar en la primera línea de los golpistas, como se ha comprobado en varias ocasiones, contra el gobierno constitucionalmente electo de Hugo Chávez, aunque a nuestro editorialista eso no le guste, el susodicho escrito ni siquiera lo pelaría.

No es lícito hacer el llamado a defender la soberanía de la patria, por ejemplo, cuando se tiene el respaldo de un ejército extranjero. La figura es válida y muy ilustrativa para referirse a ese caso particular. Sigue confundiendo peras con manzanas.

Empieza su escrito con tirarle piedras al actual gobierno pero como siempre sin una prueba contundente que establezca la veracidad de sus argumentos para luego dedicarle todo el espacio al gobierno de Chávez contra el cual arremete decididamente, pero como en otras ocasiones he señalado, sin mayor información para los lectores que sus agruras.

En su penúltima línea asevera que la SIP apoya al evadido de la justicia, Guillermo Zuloaga. ¿Será que la SIP también se pronunciará por la denegación de visa por parte de Estados Unidos a Holman Morris para cursar en Harvard una beca por la serie de programas que ha producido y que evidencian los vínculos de Uribe con el paramilitarismo, lo cual no es un secreto para nadie y por cuyos nexos varios funcionarios de ese gobierno guardan prisión? Noticia descrita en la misma edición de elPeriodico en su página 21. O, como es ya costumbre, solo contra los que a Washington le parecen estar en su contra.

Realmente yo no sé de donde proviene la insistencia de separar a los dueños de los medios del resto de los mortales, tratando de arrogarles inmunidad e impunidad. Ellos, al igual que todos los ciudadanos están bajo el imperio de ley y no sobre ella. Eso, que en Venezuela se ha entendido muy bien, es lo que quizá, arranca el temor solapado del editorialista cuando concluye: “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las propias a remojar”.

No hay comentarios:

Archivo del blog