EL FRENTE POPULAR SDS DE GUATEMALA

Licenciada Reina Esther Najera

Miembro del Grupo de Escritores SakerTi

Me encuentro en Tegucigalpa, Honduras al lado de combatientes mujeres catrachas que luchan a la par de los hombres por el retorno a la constitucionalidad en Honduras que se encuentra secuestrada por un grupo de golpistas que defienden los intereses de diez familias hasta hoy consideradas propietarias de esta nación.

Soy catedrática universitaria y durante los años mas sangrientos que vivimos en Guatemala en donde me encontraba impartiendo clases, las fuerzas represivas de seguridad allanaban residencias y secuestraban personas acusadas de comunistas entre ellas muchos periodistas dentro de los que puedo mencionar el nombre de algunos : Mario Monterroso Armas, Timoteo Curruchiche, El Pájaro Martínez Nolasco, Irma Flaker. Con Irma Flaker mantuve estrecha relación y comentaba su columna LO QUE OTROS CALLAN en donde denunciaba las atrocidades de los regímenes militares, los secuestros escuadrones de la muerte así como las torturas.

Irma fue secuestrada una mañana siendo trasladada a la casa del entonces Ministro de Gobernación Donaldo Álvarez Ruiz y en el sótano de esa residencia en la zona 2 de la capital guatemalteca la mantuvieron encerrada en una habitación en donde sólo podía permanecer de pie. Las torturas a que fue sometida incluyeron que con un alicate le arrancaran algunos dientes. Años después un reportero del Diario La Tarde de Guatemala la localizó en un asilo para dementes en la ciudad de México y en su reportaje mencionaba que aquella esbelta rubia de 33 años aparentaba el de una anciana de 80, sin dientes, sin pelo y con la vista perdida Irma, había enloquecido.

Varios de los catedráticos de la universidad fueron desaparecidos por el ejército y la policía. A mi me capturaron llevándome a bordo de un carro Bronco de la Judicial con otra compañera y luego de tenernos esposadas en La Judicial dieron la orden de que nos sacaran para irnos a arrojar a la frontera con Honduras. Cerca de la frontera nos bajaron los judiciales y con una macana nos golpearon la planta de los pies, quemándonos las piernas con cigarros.

A mi compañera le rompieron los huesos de los brazos y así nos violaron. Lo único que recuerdo es que a uno de estos malditos le decían de apodo Zacatón. Nos dejaron tiradas entre matorrales y cuando amaneció me di cuenta que mi compañera estaba muerta. Yo con dificultad empecé a caminar y dos mujeres que pasaban cerca me ayudaron y me bajaron a un rio. No sabia en donde me encontraba cuando una de ellas me dijo que del otro lado era territorio Hondureño y que buscara la población Santa Rosa de Copán obsequiándome diez quetzales.

No me detuvo la policía en Honduras y al llegar al pueblo una familia Hondureña se me acercó para decirme una de las mujeres: “Tu eres Reina Esther y fuiste la maestra de mi hija Luisita Carias. ¿Quieres que te llevemos a Tegucigalpa? Le respondí que si y en el camino les relaté lo que me había pasado.

Al llegar a Tegucigalpa me llevaron a su casa en Comayagüela y los días que me hospede con ellos me sirvieron para comunicarme con los universitarios de la FEUH y los dirigentes de la ANACH. Fueron días de hospitalidad y amistad fraterna. La familia Carias me compró el boleto en avión para México porque aun conservaba mi pasaporte y Cedula de Vecindad. Al llegar a México busqué las instalaciones de la UNAM y pude contactar con el Licenciado Luis Cardoza y Aragón, con el escritor Gil Zu y el Licenciado Javier Treviño. A las pocas semanas me encontraba de nuevo dando clases y a instancia del Licenciado Cardoza y Aragón revivimos el Grupo de Escritores SakerTi cuyo fundador y Presidente es nuestro compañero Gil Zu. Incluyo la mano generosa de Cuahtemoc Cárdenas.

Lo anterior en base a lo que esta sucediendo en Honduras, con un golpe de estado que revive aquellos años sangrientos que yo viví en donde tienen participación las llamadas Patrullas de Autodefensa o Reservistas como le llaman en Honduras y también los Escuadrones de la Muerte al mando de Joya, un asesino formado en la Escuela de las Américas y los Grupos Cóndor de Augusto Pinochet.

Recientemente el Grupo Sakerti paso a formar parte del Frente Popular SDS de Guatemala y hoy nos hemos enterado que este Frente también trabaja con el Frente de la Resistencia en Honduras como brazo centroamericano solidario. Por esa razón me he sentado frente a mi computadora para escribir esta columna, así como enviarles nuestras muestras de solidaridad al Frente de Resistencia en Honduras y al Frente Popular SDS en Guatemala.

A principios del 2010 vamos a viajar a Guatemala para colaborar con El Frente Popular SDS. La intención de nuestro fundador Gil Zu es la de revivir el Periódico Estudiantil EL ESTUDIANTE recordado en la historia revolucionaria de esa nación para lo cual ya se lo hizo saber al compañero MARIO ENRIQUE SOSA que coordina las acciones universitarias del Frente para que juntos le den vida a este periódico propiedad de la revolución guatemalteca. De mi parte envió un saludo solidario al compañero ENRIQUE WER actual Presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Periodistas de Guatemala APG ya que QUIQUE ha colaborado con nuestro grupo de Escritores como nuestro Presidente Honorario y hace pocas semanas se reunieron con Gil Zu en Texas para ultimar detalles sobre este proyecto a nivel nacional que incluye además la formación de grupos de teatro en aéreas marginales de Guatemala así como la organización de base de esta juventud a niveles metropolitano y rural.

Pueblo de Honduras. Le sucedido estos meses constituye una gran victoria a los pueblos latinoamericanos con un pueblo que ha madurado en la lucha, con disciplina y organización; así debo reconocer la capacidad de convocatoria de sus lideres: Barahona, Alegría, el Padre Tamayo y Xiomara la esposa de ME, lo mismo el resto de compañeros en especial los Maestros que han escrito paginas de gloria en el magisterio nacional e internacional.

Al Presidente legítimo en Honduras Manuel Zelaya le recuerdo esta frase:

UN PRINCIPIO JUSTO DESDE EL FONDO DE UNA CUEVA PUEDE MAS QUE UN EJERCITO.
JOSE MARTI.