¿Quiénes están detrás del golpe?

Carlos Enrique Wer
En Albedrio, 1 de julio de 2009.

El sábado pasado, durante el Primer Congreso del Frente Popular por la Soberanía, la Dignidad y la Solidaridad se debatió, como en cualquier evento político de análisis, el papel que ha jugado la Institución Armada, por lo menos en los últimos cincuenta y cinco años. A pesar de que algunos de los representantes hicieran, con dureza, énfasis en las responsabilidad que les corresponde en múltiples hechos, privó la sensatez y de la mano del compañero Federico Medrano, Jacobo Vargas Foronda y este columnista, se decidió que estos, formaran y promovieran la participación de otros académicos, incluyendo oficiales de las Fuerzas Armadas y pudiese hacerse un trabajo crítico, profesional y académico que lo estudiara a profundidad.

Y viene ello al caso, porque el sorpresivo Golpe de Estado llevado a cabo en la hermana Honduras, ha puesto nuevamente a esa Institución del Estado ante la crítica mundial, la que ha rechazado de plano la aventura iniciada para desconocer al presidente Zelaya. Más también como siempre, aparece el máximo aparato represor del Estado reprimiendo a la población civil, que se les enfrenta en apoyo a quien fue electo Presidente Constitucional. El peso del rechazo y repudio cae de plano sobre la Fuerzas Armadas. Sin embargo, ¿que y quines están detrás de este acto?. ¿Cómo se produce la orden de capturar y expulsar del país al presidente Zelaya?. ¿Quiénes dieron esa orden?.

La similitud del hecho con el intento de derrocar al presidente Chávez en Venezuela, salta a la vista. El mismo Comandante lo ha expresado en las reuniones de la OEA, de la Unasur, del Grupo de Río etc. Esa similitud, denunciada en el Libro “Código Chaves” de la estadounidense- venezolana Eva Golinger, quien valiéndose de su condición de ciudadana estadounidense y del “Free Information Act”, devela el entramado, al detalle, de la intervención de la NED, heredera de la CIA. Partidos y líderes opositores, Grupos religiosos fundamentalistas, sindicatos, medios, organizaciones juveniles y empresariales y un largo etc. etc. aparecen con nombres y cantidades con los que fueron alimentados para provocar el movimiento que llevara hoy, con el presidente del Congreso Roberto Michelini en Honduras a jurar como presidente de la República, al empresario Carmona a hacer lo propio.

¿Quién instó a la Corte Suprema a sacarse de la bolsa una interpretación constitucional para que sirviera de pretexto “legal” para desconocer a Zelaya?. ¿Quiénes “trabajaron para uniformar” el criterio de los Diputados?. ¿Quién le dio “la bendición” para que el Jefe de las Fuerzas Armadas actuaran?. El total de los miembros de las Fuerzas Armadas, una institución que se caracteriza por su formación vertical y disciplinada, carga con la responsabilidad, mientras los hechores intelectuales se esconden como siempre trás de ellas.

El gobierno de los Estados Unidos de América, a diferencia de la actitud frontal y agresiva que tomaran en el intento contra Chávez, hoy ha sido tibio en su condena. Ellos siempre han dicho que no son responsables, hasta que los propios desclasificados que por ley deben de serlo, les hacen reconocer lo que siempre han negado y según ellos, basta con dar disculpas, para redimirse de los actos que han cobrado, en protección de sus intereses y servilmente apoyados por las oligarquías criollas, miles de vidas.

Quienes por estudio, análisis de nuestra historia reciente, conocimiento de los desclasificados e historia de las entidades, que aún las financieras, han recurrido a “sicarios económicos” para doblegar a gobiernos que oponen resistencia a sus intereses, sabemos que detrás de los serviles políticos de derecha que instrumentalizaron el Golpe de Estado en Honduras, son los instrumentos que el poder en Estados Unidos ha creado para desestabilizar y eventualmente relevar a aquellos líderes en el mundo que se oponen a sus políticas imperiales, quienes decidieron “medir” la reacción de nuestra América Latina, ante una nueva agresión por su parte. Es necesario aquí en nuestra tierra romper con los lazos que se construyeran entre la Universidad Neoliberal Francisco Marroquín y la Escuela Politécnica, y permitir que los jóvenes cadetes puedan tener una formación nacionalista acorde con las enormes necesidades de su pueblo.

Solamente creando esa conciencia de pertenencia entre ellos, podremos encontrar en conjunción, las fuerzas democráticas civiles, que junto a sus Fuerzas Armadas, construyan el país, la paz y el desarrollo a que aspiramos.