jueves, 23 de julio de 2009

Justicia


Carlos Enrique Wer
En la Hora, 21 de julio 2009.

El Instituto de Investigación para el Desarrollo de Estudios Estratégicos Alternativos Sociopolíticos (IIDEAS), ha hecho circular un interesantísimo estudio, en el que tanto la realidad de un caso que ha conmovido al mundo, menos a la mayor parte de la población estadounidense, como su cuestionamiento, plantea la incógnita de un valor que prácticamente es desconocido. Una agradable combinación de filosofía, ironía, profundidad y realismo político permite a quien lo lea, adentrarse en las interioridades de esa farsa que se llama justicia.

Tomando dos ejemplos de casos en el que la justicia en los Estados Unidos, demuestra la falacia de su contenido, el que supuestamente debe de tenerlo desde un fundamento ético, al que aspira la sociedad humana. Casos en los que en su aplicación prevalece por sobre ese valor, el de los intereses de quienes poseen el poder y lo hacen valer, más que para cumplir con esa aspiración, para hacer mantener su privilegiada posición. El ejercicio del poder es el que determina los verdaderos valores, sobre los que se sostiene la estructura legal de una nación. Valores que supuestamente representan aquellos a los que la población aspira, y que en la realidad, representan el aparato represor del Estado para mantener los privilegios de la clase política, la empresarial y aquella que de la mano de éstos, se encarga de aportar la fuerza de la violencia organizada. Organizada precisamente para que esa sociedad no cuestione su valor. Junto a ellos, quienes se encargan de aplicar la guerra mediática de cuarta generación, que crea la opinión pública que sostenga que la aplicación de esos antivalores, es la correcta aplicación de la justicia, la que ciega (de apariencia), hace caer su peso sobre el débil, que no posee los medios para hacerse de ella.

El trabajo expone con claridad el absurdo de la aplicación de la justicia en los Estados Unidos, al presentar el caso de una joven que copia música por Internet y aquel de los cinco cubanos que permanecen en prisión y que han sido condenados por denunciar al grupo de terroristas que con asiento en Miami, han dejado tras de sí una estela de violencia, asesinatos, masacres etc. Un grupo en el que Posada Carriles, uno de sus más importantes representantes ha mantenido, de la mano de la CIA, una importante carrera delictiva. Terrorismo puro, pero para el que la justicia que cuestiona IIDEAS.

A pesar de que es un caso que ha despertado el interés de muchas personas e instituciones, dadas por las denuncias y las pruebas que se han aportado.

No hay comentarios:

Archivo del blog