miércoles, 15 de julio de 2009

Fotocopia


Carlos Enrique Wer
En La Hora, 14 de julio 2009

He recibido algunos correos, entre ellos algunos que van acompañados de vídeos, que sinceramente me han preocupado. Preocupado y además de ello, me han hecho revivir escenas del pasado que han quedado grabadas en mi mente. Por haberlas vivido y porque he dedicado muchas horas de estudio, investigación y análisis de ellas. Y siento cómo se inicia una campaña que pareciera ser fotocopia de la que se emprendiera contra nuestra tierra en 1954. Incluso el fantasma del comunismo nuevamente vuelve a ser el instrumento que tratan de utilizar para satanizar movimientos sociales que lo único que pretenden es simple y sencillamente exigir justicia social. La misma justicia social por la que han estado clamando por una eternidad.

Y tras de esa campaña, las mismas fuerzas que ayer, en un movimiento al que le dieran el nombre de Liberación Nacional, fueran el vehículo utilizado por la CIA estadounidense para derrocar el gobierno constitucional del presidente Jacobo Arbenz Guzmán. El mismo movimiento de sectores religiosos, de clase media y alta que vestidos de blanco y con el pabellón de un país que desconocen, agitan por cambios, que a la larga solamente lo serán para mantener los privilegios que mantienen a Guatemala en la triste condición en que se encuentra.

Y precisamente porque ese tiempo dedicado a la investigación, por ello mismo, puedo identificar a quienes se mueven tras ellos, en un proyecto continental que no se detiene en nuestra tierra. La vetusta CIA, que de tan desprestigiada hubo de ser relevada por una organización más moderna y la cual, además de las operaciones encubiertas, tiene la facilidad de que sus fundamentos, la hacen que pueda relacionarse y financiar, iglesias, sindicatos, movimientos sociales y étnicos, estudiantiles, partidos políticos, etc. y desde ese amplísimo trampolín, poder lograr lo que toda la vida, CIA o no, han procurado: el control de las materias primas, algunas de ellas estratégicas, a favor de las grandes y poderosas transnacionales.

Es por ello mi insistencia en que los hechos que han venido ocurriendo en los últimos tiempos en nuestro país, no son, ni por asomo, casualidad sino el resultado de un proyecto cuidadosamente preparado y que responde, no a un problema específico de Guatemala, sino uno continental que pretende revertir las conquistas de los movimientos populares sudamericanos y prevenir el contagio que puede suceder en el "recortado" espacio que le queda a los Estados Unidos en la franja que empezando en México termina en Colombia. Ello es la razón del Plan Puebla-Panamá, del Plan Mérida, de la presencia militar estadounidense en Guatemala, etc.

Y es que, como una mera fotocopia, como si no tuvieran capacidad de crear escenarios específicos para cada situación, repiten una y otra vez la estrategia antes apuntada. Igual ayer que hoy, en Panamá, en Guatemala, en Venezuela, y aun tan lejos como en Nepal y la región Uigur, que vuelve a ser noticia, luego que la principiaran para boicotear los Juegos Olímpicos de China. Hoy, alimentar el problema en esa área, va (como lo apuntara en mi artículo de mayo de 2009, titulado Proyecto Uigur), en la dirección de poderse adueñar de los recursos, no solamente de esa área, sino de las aledañas. Recursos de la importancia del petróleo, gas natural y minerales, además de los estratégicos que abundan en ella. De suma importancia también, el cerrar las puertas al acceso a los inmensos recursos petroleros y gasíferos.

Es por ello, no solamente mi insistencia acerca de la no casualidad de los hechos ocurridos recientemente en Guatemala y en Honduras. La intención por parte de los golpistas de un país tercermundista que envalentonado por saberse apoyado (como siempre) por el poder oculto, como siempre también, se atreve a enfrentarse a la ONU, a la Unión Europea, a la OEA y a todos los poderes del mundo. Es por ello que veo "caminando" un proyecto que se adelante a las justas reivindicaciones de una población guatemalteca sedienta de justicia. Es por ello que veo galopando a los mismos sectores que fueron actores de la traición a nuestra Patria hace cincuenta y cinco años, apoyados también por los mismos que utilizaran los medios para crear las condiciones apropiadas para su intervención.

¿Dejaremos que puedan lograrlo?

No hay comentarios:

Archivo del blog