viernes, 31 de julio de 2009

¡Con mucha indignación denunciamos!

Lin Valenzuela Méndez

Estimadas compañeras y compañeros:

Les compartimos información y elementos de la experiencia vivida en Honduras, durante los días comprendidos entre el jueves 23 y sábado 25 de julio, en donde nos hicimos presentes para expresar nuestra solidaridad con las mujeres y los hombres que están librando la resistencia hondureña contra el golpe de Estado.

Desde el ingreso al país por el Aeropuerto de Toncontín se percibe un ambiente de tensión, en la parte interna de las instalaciones se encontraban apostados varios elementos del ejército y de la policía.

Al transitar en las calles de Tegucigalpa se observa la fuerte militarización en que se encuentra el país. Colocados específicamente alrededor de la Casa Presidencial se encuentran cerca de 500 efectivos de ejército.

Salta a la vista el gran número de pintas en las paredes que expresan el rechazo a la violencia institucionalizada por los ricos hondureños y el ejército.

Asimismo, se hace evidente la contradicción, por un lado, los empresarios en sus negocios y en las oficinas de la institucionalidad estatal se encuentran intentando aparentar que las cosas transcurren con “normalidad” y que el gobierno de facto de Roberto Michelleti esta instalado y ejerce su control sin problemas .

Por otro lado, se encuentran mujeres y hombres en su mayoría jóvenes, campesinos, obreros, feministas, universitarios, integrantes de organizaciones sociales, populares y no gubernamentales contrarios a las acciones golpistas y que adversan la violación de los derechos individuales, sociales y colectivos en su país. Los métodos de lucha que utilizan son diversos y de diferente intensidad, entre las que se destacan las manifestaciones en la calle con megáfonos y mantas; el sábado 25 de julio arribaron a su día número 28 de lucha y continúan con firmeza.

La resistencia hondureña ha decidido ejercer sus derechos consignados en la Constitución Política de la República de Honduras que en su artículo 3 instituye “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional”.

Los medios de comunicación nacional, tradicionalmente conservadores, les dan cobertura a los golpistas, inclusive al flagrante violador de derechos humanos Billy Joya quien ha cometido crímenes de lesa humanidad (detenciones ilegales, torturas, asesinatos en los años ochenta) y está acusado en la Audiencia Nacional Española.
Los medios de comunicación que se encontraban informando la realidad de la oposición al golpe fueron bloqueados. A la fecha las noticias e imágenes a nivel internacional se conocen a través del trabajo informativo de Telesur, cuyos integrantes se encuentran presentes en Honduras desde el golpe y han sido objeto de agresiones físicas. En el ámbito nacional, las instalaciones de la sede central de la Radio Globo de Honduras está siendo resguardada por alrededor de 600 personas para evitar que el ejército la silencie.

Ante la escalada de represión día con día, es sumamente impactante escuchar como la gente que es reprimida, desde la montaña y desde los caminos donde se encuentra, se comunica con los medios que tienen a su alcance, desde sus celulares para denunciar lo que el ejército les está haciendo.

Las y los integrantes de las organizaciones de mujeres, feministas, organizaciones sociales y populares con espacios y programas radiales que han expresado su rechazo a las violaciones de los derechos humanos que se están cometiendo, han sido objeto de llamadas telefónicas insultantes y amenazadas de agresión física a la salida de la radio emisora, por parte de las personas que están actuando en nombre de la institucionalidad que están usurpando.

A partir del 23 de julio, grupos de personas integrantes de la resistencia contra el golpe de Estado, que viven en diferentes municipios de Honduras, se han estado movilizando hacia el departamento de Paraíso, a la frontera con Nicaragua a la altura del lugar llamado Las Manos para apoyar al presidente Manuel Zelaya Rosales y también en la búsqueda por el restablecimiento del orden constitucional.
Por su parte los golpistas y el ejército hondureño dislocaron un gran número de efectivos militares en el territorio del departamento de Paraíso. En la carretera principal que va desde Tegucigalpa a Paraíso y cruces principales colocaron 24 retenes; con máquinas escavadoras sacaron tierra y la colocaron en la carretera para interrumpir el tránsito. Declararon toque de queda de todo el día y la noche a partir del 24 de julio, en ese departamento, asegurando la declaratoria de levantar las garantías individuales de la población.

A los grupos de personas que se movilizaban en camionetas y vehículos, los bajaron de las mismos, la gente decidió continuar a pié, caminando el trayecto hacia la frontera por veredas en la montaña. Contingentes del ejército persiguieron a la gente en la montaña, han violado a mujeres que detuvieron ilegalmente, golpeado a niñas y niños, herido a varias personas en forma indiscriminada.

A grupos de personas con niñas y niños que detuvieron las encerraron en celdas improvisadas sin permitirles ir al baño, ingerir agua ni alimentos desde su detención.

El joven Pedro Magdiel Muñoz Salvador, de 23 años de edad, albañil, decidió ir de Tegucigalpa donde residía, al Departamento de Paraíso para integrarse a las acciones de resistencia; personas de la población fueron testigos cuando elementos del ejército lo detuvieron ilegalmente. Más tarde apareció asesinado, lo habían golpeado salvajemente, le asestaron 42 puñaladas, le rociaron gasolina y lo quemaron. Su cuerpo fue expuesto para que las y los manifestantes pudieran verlo claramente.
Según el resultado del examen forense que le hicieron al cadáver la hora del asesinato fue aproximadamente entre las 2 y las 4 de la madrugada del 25 de julio. Las fuerzas de seguridad del Estado inventaron que estaba drogado y que portaba mariguana, estas falsas declaraciones encolerizaron a sus familiares y a las y los manifestantes que habían visto cuando se lo llevaron.

Nos enteramos por medio de la denuncia de integrantes de la resistencia que en una ambulancia de la Cruz Roja Nacional de Honduras habían detectado una caja con bombas lacrimógenas que las llevaban para los retenes del ejército. Que el personal del Hospital Nacional de Paraíso se negó a prestarles auxilio a las personas heridas producto de la represión del ejército. Que conforme fue pasando el tiempo las niñas, niños y adultos estaban deshidratados por la falta de agua, con diarrea y vómitos por los gases lacrimógenos. Que se encontraban sufriendo los síntomas de la falta de alimentos y heridas.

Ciudadanos de la población de diferentes municipios del Departamento de Paraíso también fueron objeto de represión, unos al sumarse a la resistencia y otros cuando prestaban auxilio o entregaban alimentos y agua.

En Tegucigalpa desde la Radio Globo de Honduras se está desarrollando una campaña de apoyo a la resistencia en Paraíso, de varios lugares llegaron personas, en motos, con mochilas en la espalda cargando agua, alimentos y medicinas para viajar en grupos, atravesar por la montaña y auxiliar a manifestantes.

Desde las organizaciones sociales y populares han llamado a los organismos internacionales y humanitarios para denunciar los graves hechos de represión que está realizando el ejército con aval de los golpistas y las iglesias.

La población está muy molesta con el papel que están jugando las iglesias católicas y evangélicas, de quienes esperaban un defensa del orden constitucional y una demanda del respeto irrestricto de los derechos humanos. Ha sucedido al contrario, inclusive militarizaron instalaciones de las iglesias con anuencia de algunos religiosos.

Se ha realizado una manipulación religiosa, la población recibe mensajes digitales en sus direcciones electrónicas y en sus celulares mensajes como “Pídele a Dios con todas tus fuerzas que Mel Zelaya no entre al país, ruégale por la paz en Honduras”; ¡Pídele a Dios que te separe de los caminos violentos, ruega por la paz en Honduras! En programas radiales de los golpistas se discuten temas sobre ¿Quiénes son los buenos que se van al cielo y quienes van al infierno?

Las y los ciudadanos centroamericanos y de otros países han enfrentado actos de hostilidad, unos fueron sacados del país y otros amenazados de detenerlos y acusarlos de terroristas.

Particularmente, el consulado de Venezuela ha sido amenazado de desalojo violento luego de transcurrido el plazo de las 72 horas que le dieron al personal diplomático venezolano para salir de Honduras. Alrededor de unas 175 personas integrantes de la resistencia ha estado en sus instalaciones apostadas para no permitir agresiones en su contra.

Para el domingo 26 de julio, los golpistas estaban esperando la llegada de una delegación encabezada por el congresista republicano de Florida Connie Mack, quien se reuniría con Roberto Micheletti y allegados.

Finalmente comparto las siguientes reflexiones sobre lo que está sucediendo; los golpistas y el ejército en la preservación del sistema político, económico y social que funciona para los intereses de las élites dominantes no tienen ningún reparo ético ni humano.

Se reitera la utilización de la manipulación, de las medidas coercitivas que suspenden los derechos civiles y humanos, la represión descarnada por medio de la policía y el ejército, así como de acciones “ejemplares” para aterrorizar, neutralizar y/o aniquilar la oposición.

Se percibe un proceso organizativo de lucha política y social alrededor de la resistencia a los poderes establecidos del sistema imperante y la aspiración a transformaciones del poder político de su país.

Para la proyección política de la “Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América” ALBA significa enfrentar la reacción de las expresiones conservadoras a ultranza, como ya lo estamos viendo en Guatemala.

Hacemos un llamado a la solidaridad comprometida con la lucha de este pueblo que al igual que otro avanza en la construcción de una nación con justicia social y que no está dispuesta a renunciar a los derechos colectivos de los pueblos, de las mujeres y los derechos ciudadanos y civiles.

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