jueves, 23 de julio de 2009

El sacrificio de la justicia


Alfonso Bauer Paiz
En La Hora, 20 de julio 2009.

Antes de entrar en materia debo decir que me considero un hombre afortunado, no por tener fortuna, es decir capital, sino en el sentido de que la vida me ha dotado de buen sino. Me explico: a mí, un guatemalteco que desde los 16 años ha estado en la brega de la política legítima, o sea la de género ético-política, he sido formado cívicamente por el legado imperecedero que nos brindan revolucionarios sudamericanos. A mí: Simón Bolívar, del siglo XIX y Hugo Chávez , del siglo pasado y el actual, ambos venezolanos; Víctor Raúl Haya de la Torre (pero, advierto el de los de la segunda década del siglo pasado, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), Alianza de los pueblos de Indo América, con el objeto de realizar: 1.- Acción contra el imperialismo; 2.- unidad política de América Latina; 3.-nacionalización de tierras e industrias; 4.-Internacionalización del Canal de Panamá; y 5.-solidaridad con todos los pueblos y con las clases oprimidas del mundo) no el del renegado aprismo, que ignominiosamente dura hasta la fecha; Ernesto Guevara (El Che), oriundo de la Argentina, Evo Morales, de Bolivia y Eduardo Galeano, del Uruguay. Salvo con Bolívar, por razones cronológicas, con Haya de la Torre y Evo Morales nunca he tenido tratamiento personal, pero sí con las otras personalidades revolucionarias, especialmente la tuve con el Che Guevara y la tengo hasta siempre con Eduardo Galeano.

Con Galeano hemos participado en varios foros internacionales por la paz, en defensa de los derechos humanos, de la democracia, de condena al imperialismo. Él ha sido un maestro para mí y por ello, lamento no haber sabido que estuvo en Guatemala recientemente y lo supe porque el buen amigo, sociólogo Edmundo López Álvarez, me obsequió un impreso que divulga la aleccionadora y sesuda conferencia que dictó Galeano, con ocasión de su paso por Guatemala, editado por el Sindicato de Trabajadores de la Usac (SITUN). La conferencia versó sobre la crisis moral y de valores, no sólo de Guatemala sino de los países desarrollados, en desarrollo y no desarrollados, bajo el régimen del sistema capitalista.

Solidario con la exhortación del SITUN "a los lectores de este documento a analizarlo, reflexionar sobre su contenido y hacerlo circular (...), he seleccionado algunos párrafos paradigmáticos de esta importante conferencia del autor de Las Venas Abiertas de América Latina, EL SACRIFICIO DE LA JUSTICIA EN LOS ALTARES DEL ORDEN.-LOS PRISIONEROS

Aprendamos, reflexionemos y actuemos hasta eliminar este sistema social antro de afrentas e injusticia, después de estar enterados de las siguientes verdades: "En la era de las privatizaciones y el mercado libre, el dinero se propone gobernar sin intermediarios. ¿Cuál es la función que se atribuye al Estado? El Estado debe ocuparse de la disciplina de la mano de obra barata, condenada a salarios enanos, y a la represión de las peligrosas legiones de brazos que no encuentran trabajo: un Estado juez y gendarme, y poco más. De los otros servicios públicos, ya se encargará el mercado, y de la pobreza, gente pobre, regiones pobres, ya se ocupará Dios, si la policía no alcanza ( y en Guatemala, agrego yo, el Ejército y los Escuadrones de la Muerte estatales) (...). En el proyecto neo-liberal, los derechos públicos se reducen a favores del poder y el poder se ocupa de la salud pública y de la educación pública como si fueran formas de la caridad pública".

"Las cumbres irradian el mal ejemplo de su impunidad. Se castiga abajo lo que aplaude arriba. El robo chico es delito contra la propiedad, el robo en gran escala es derecho de los propietarios: uno es asunto del Código Penal, el otro pertenece a la órbita de la iniciativa privada. El poder, que elogia al trabajo y a los trabajadores en sus discursos pero los maldice en sus actos, sin pudor alguno recompensa la deshonestidad y la falta de escrúpulos. La respetable tarea tiene por cómplices a los grandes medios de comunicación, que mienten callando tanto como mienten diciendo".

" Los presos son pobres, como es natural, porque sólo los pobres van presos en países donde nadie va preso cuando se viene abajo un puente recién inaugurado, cuando se derrumba un banco vaciado por los banqueros o cuando se desploma un edificio construido sin cimientos. Cárceles inmundas, presos como sardinas en lata; en su gran mayoría, son pobres sin condena (...)". "El sistema de poder, que no acepta más vínculo que el pánico mutuo, maltrata a los niños. A los niños ricos, los trata como si fueran dinero. A los niños pobres, los trata como si fueran basura. Y a los del medio los tiene atados a la pata del televisor".

"En plena era de la globalización, los niños ricos no pertenecen a ningún lugar. Crecen sin raíces, despojados de identidad nacional, y sin más sentido social que la certeza de que la realidad es una amenaza. Tienen por patria las marcas de prestigio universal y por lenguaje los códigos internacionales. (...)".

"Mucho antes de que los niños ricos dejen de ser niños y descubran las drogas caras que aturden la soledad y enmascaran el miedo, ya los niños pobres están aspirando pegamento". De cada dos niños pobres, uno sobra. El mercado no lo necesita. No es rentable, ni lo será jamás. Y quien no es rentable, ya se sabe, no tiene derecho a la existencia". "La vejez es un fracaso, pero la infancia es un peligro". "¿Qué destino tienen los niños dueños de nada en países donde el derecho de propiedad se está convirtiendo en el único derecho sagrado? (Como en Guatemala, donde la Constitución Política de la República, preceptúa "se garantiza la Propiedad Privada como un derecho inherente a la persona humana")

Ante esa dantesca realidad, entrañable compañero Eduardo Gaicano, no nos queda otra tarea, sino hacer la Revolución, en el Uruguay y en Guatemala y, todos, en Nuestra América, como lo postula, en mi patria, el Frente Popular por la Soberanía, la Dignidad y la Solidaridad.

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