viernes, 19 de junio de 2009

… Y el futuro del mundo se sigue jugando en Irán (II)

Carlos Maldonado

Como expresé en mi opinión anterior, en Irán se juega el futuro del mundo. Eso, simplemente, porque esa nación controla un poco más del 40% del mercado del petróleo mundial en su producción, el cual se eleva ostensiblemente con su control del estrecho de Ormuz por donde pasan buena parte de los suministros de este energético para su distribución a diferentes puertos del planeta. Y, por supuesto, después de la Revolución Islámica que lideró el Ayatollá Jomeini en 1979, que prácticamente echó a las transnacionales inglesas y norteamericanas que eran las que regulaban ese mercado desde su producción hasta su distribución, sus gobiernos, que no son más que sus agentes, no han cejado un instante en recuperarlo.

Por ese detalle, es necesario analizar la enjundia postelectoral de Musaví y sus seguidores contra resultados que les desfavorecen por casi el doble del porcentaje. A medida que el tiempo pasa –y esa es lo fascinante de la vertiginosidad de los medios de comunicación actuales en la era de la globalización-, existen nuevas informaciones. Por ejemplo, que a un mes de llevarse a cabo el evento electoral, una encuesta de opinión realizada por Ken Ballen del Centro de la Opinión Pública y Patrick Doherty de la Fundación New America, entidades sin fines de lucro financiadas por el Rockefeller Brothers Foud y realizada en farsi por una compañía de sondeos que trabaja en la región para ABC News y la BBC la cual ha recibido un premio Emmy, publica sus resultados en el Washington Post el 15 de junio, a la cual también puede accederse a través de www.counterpunch.org/roberts06162009.html. Dichas inferencias mostraban que Ahmanideyad ganaba por un margen de más de 2 votos (34%) a 1 (14%) a su opositor más cercano –Musaví-. Incluso, ese muestreo científico reveló que en casi todas las 30 provincias de Irán, Ahmanideyad iba bien adelante. Circunscrito, en la provincia natal de Musaví de etnia azerí, el sondeo indicó que los habitantes de esa provincia prefirieron a Ahmanideyad sobre aquel en una relación de 2 a 1, también. Quizá, en ello incidió que Ahmanideyad hubiese sido gobernador de dos provincias de mayoría azerí durante ocho años, razón por la cual habla este idioma fluidamente y que durante su administración hubiera creado cursos y títulos universitarios en esa lengua. Probablemente, otra razón para ese apoyo es que el líder espiritual supremo, el ayatollá Jamenei, también es de ese origen.

A pesar de ello, y de haber desplegado una infinidad de observadores locales y la oposición no pedirlos de carácter internacional para garantizar la transparencia si tenía dudas –parece que ya el plan estaba urdido-, para Occidente, media vez perdió el candidato de “su preferencia”, hubo fraude. Es su palabra contra la palabra del pueblo iraní que eligió mayoritariamente a Ahmanideyad, pues la verdad de las potencias es la real y no hay porque seguir discutiendo. El mismo argumento utilizado contra los resultados en elecciones democráticas que, no importando si han sido bajo el esquema enseñado por ellos mismos, son fraudulentas mientras esos pueblos “atrasados e ignorantes” equivoquen el camino y elijan a “tiranos” que no están dentro de sus cánones democráticos. Entre líneas, que no respondan a sus intereses ni se postren a sus pies.

Por otro lado, otra de las novedades que se van descubriendo y que en mi postura anterior lo toqué, es el uso de tecnología de mensajería como Twitter y Facebook cada vez más frecuente en la organización de estos complots. Claro, es necesario que al interno cuenten con “organizadores profesionales” de los cuales, los cuerpos de inteligencia persas, ya han detenido a varios que estuvieron involucrados en los disturbios pasados y que trabajan para cuerpos de inteligencia foráneos. Por ello, es necesario señalar que el mismo sondeo Ballen-Doherty, ya mencionado, arrojó que solo un tercio de los iraníes tiene acceso a Internet, mientras que los votantes entre 18 y 24 años formaban el bloque de votos más fuerte a favor de Ahmanideyad ante los demás grupos de edad. Mientras que a favor de Musaví, casi en igualdad de condiciones o superándolo levemente, estaban los estudiantes y graduados universitarios de clase acomodada y los iraníes con ingresos más elevados. Este sondeo, me respalda en lo que en mi anterior opinión expresé: que la lucha electoral era un reflejo de la disputa entre clases sociales. Las menos favorecidas y pobres, urbanas y rurales apoyaron a Ahmanideyad, mientras la pequeña burguesía y clases altas, respaldaron a Musaví.

Ahora bien, la prensa occidental ha jugado un papel parcial al apoyar abiertamente al candidato Musaví pues, como destaqué en mi anterior razonamiento, ésta se ha convertido en el puntal ideológico de la cúpula de poder que, arrinconada por la Revolución Islámica, ha visto en la coyuntura electoral actual la oportunidad idónea para recuperar privilegios que gozaba con el Sha Reza Pahlevi. Eso implicaría, “reconquistar los negocios” con las transnacionales europeas y norteamericanas que si bien volverían a Irán les proporcionarían más riquezas y privilegios que los que se “derrochan” en los programas sociales provenientes del petróleo para el pueblo. Total, el capital no tiene patria.

Empero, esa gran prensa que ha sido garante con sus mentiras o medias verdades, que es lo mismo, del golpe de estado postelectoral que se planificó, al no lograr sus objetivos, ha sido trocada por el aluvión de twitteros y facebookers que no es más que la degradación de la noble y loable tarea del periodismo. No es posible que la profesión de informador sea sustituida por la labor de los “mensajitos” en línea. Definitivamente, eso no constituye más que la victoria del chismorreo sobre la profesionalidad. Ahora, no es necesario pasar por la academia para dedicarse al reportaje y la información, no es necesario realizar labor de campo, arriesgar la vida, sufrir el embate de las circunstancias para conseguir una buena nota en pos de la verdad; basta con ingresar a dichos sitios, bajar correos e imágenes sin detenerse a corroborar su veracidad y desde allí proferir cualquier cosa que se nos ocurra. Incluso el insulto y la descalificación es vista como una muy digna y plena “libertad de expresión”. Ah, y todo desde la comodidad del sofá. Una acción heroica propia de adolescentes ociosos y desconectados de la vida real, especialmente de EEUU y la Unión Europea, quienes no saben siquiera donde quedan regiones dentro de su propio país pero, se solidarizan con sus iguales en el lejano y terrorífico Irán (siempre y cuando sepan, por lo menos, donde se ubica éste en el mapa) que sufren las violaciones a sus derechos por parte del tirano. Pero esto no es nuevo. Esas prácticas de salón las inauguró la CNN con sus corresponsales transmitiendo desde lugares alejados del teatro de operaciones alimentando sus reportes con los de los voceros castrenses de sus ejércitos de ocupación.¡Que viva la globalización!

Para corroborar lo que digo, échenle un vistazo a la relevancia que un columnista de Prensa Libre de Guatemala le da a estos mensajitos a los cuales en conjunto les da el nombre de TwitteRevolución en su comentario de hoy jueves 18 de junio de 2009, el cual literalmente dice: “Las nuevas generaciones tienen mejores herramientas para contrarrestar el poder y la censura de los gobernantes. El mejor ejemplo es cómo la oposición actual en Irán ha utilizado Twitter para organizarse e informar al exterior lo que está pasando allá”. Aunque el susodicho, para ser honesto, dudo mucho que comprenda realmente la connotación de la palabra revolución mucho menos la situación del país persa.

Por eso, con toda esa chabacanería suelta, vuelvo a recalcar que el futuro del mundo se juega en Irán. De triunfar esta caricaturesca y oprobiosa “Revolución Verde” habría, sin duda alguna, una regresión en la configuración del poder mundial lo que ha causado demasiado sufrimiento y muerte a los pueblos, los cuales, a fuerza de sacrificio, han conseguido levantar la bandera de la revolución mundial luego de la estrepitosa caída de la exURSS y el campo socialista, y haber despojado paulatinamente al Imperialismo planetario, encabezado por los Estados Unidos de América, del poderío que concentró y que le permitió, y aún le permite, erigirse como gendarme del mundo.

Realmente, sería un enorme retroceso en la conformación de otro Orden Mundial.

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