miércoles, 29 de abril de 2009

Arévalo antecesor de Chávez


Alfonso Bauer Paiz
En La Hora, 27 de abril 2009.

En el artículo anterior me referí al séptimo aniversario del derrocamiento por un golpe militar de Estado, instigado por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Y a continuación, su reinstalación en el poder por la voluntad soberana del pueblo y la lealtad de oficiales dignos y leales de las fuerzas armadas venezolanas.

Acontecimiento que me hizo recordar que mucho antes que Hugo Chávez propusiera, en contraposición a la política imperialista neoliberal de la "Alianza de Libre Comercio de las Américas (ALCA), la Alternativa Bolivariana para Nuestra América (ALBA), a finales del 2001, Arévalo había propuesto en 1947 el Retorno a Bolívar e inicié tratar el tema.

Reproduje varios párrafos de esa histórica propuesta publicada en el libro del escritor mexicano Pedro Álvarez Elizondo -Ediciones Rex, México,1947, y, en este segundo artículo daré a conocer otros conceptos importantes y todavía válidos, de la doctrina bolivariana del ex presidente Arévalo.

En noviembre de 1946 visitó Guatemala el presidente de Chile Gabriel González Videla y, alarmados él y el presidente Arévalo por la pujanza peligrosísima del totalitarismo nazifascista y falangista, se pronunciaron firmes adversarios de sus ideologías y prácticas belicistas y de dominación mundial. En esa oportunidad, Arévalo, declaró: El siglo XX ya no es siglo para imperios ni para ninguna forma disimulada de dominación (...) Hay en ciertos europeos "voluntad de imperio" y desgraciadamente, hay en ciertos americanos voluntad de sumisión". Esto último en relación indudable a yanquis de los Estados Unidos de América.

Arévalo insistía en la urgencia de la unidad continental, a fin de que los estados hermanos fuesen totalmente libres y soberanos y no fuesen dependientes de potencias imperialistas y, ante la indignante y cruel realidad de la preexistencia imperial europea, sobre todo en el continente africano, dio en referirse a esa dominación también subsistente en América como su africanización.

Pero, exceptuaba a Guatemala de esa humillación, de la siguiente manera: "A partir de la Revolución, Guatemala dejó de ser África para volver a ser América: Guatemala cumplió ese día con el deber continental de americanizarse".

Es necesario aclarar que esa americanización, de ninguna manera podría ser entendida como la del panamericanismo, postulado por los Estados Unidos de América, porque es cínicamente una careta para ocultar el monroísmo y su dogma "América para los Americanos" consigna en la que americanos, son sólo los estadounidenses.

"Americanizarse" para Arévalo era todo lo contrario del panamericanismo gringo, pues expresamente abominó del imperialismo yanqui, al pronunciarse como sigue: "La historia de los países latinoamericanos en el siglo XIX está llena de esos contratos grotescos con compañías extranjeras, por los cuales los nuevos 'colonizadores industriales' redituaban diez veces más, anualmente y por tiempo indefinido, el capital inicial de las empresas, Y esas empresas no sólo han venido completando el cuadro de la "africanización política" al instituirse en poderes dentro del Estado.

También prueba el antipanamericanismo made in USA, de Arévalo, o sea su bolivarismo, las siguientes frases del discurso que pronunció el 1º. de mayo de 1946: "(...) Ya sabéis que para estos políticos de corte tradicional, es decir, de corte dictatorial, el Presidente de Guatemala es "comunista" porque ama su pueblo, porque sufre con su pueblo, porque está con los humildes, porque apoya a los trabajadores, porque se niega a tener complicidad con los intereses bastardos de los potentados, porque se niega a pactar con los perpetuos corruptores de la función pública. Ya sabéis que aquellos dicen que el Congreso es "comunista" porque legisla para bien de todos y defensa especial de vosotros, porque en el medio juvenil de sus integrantes no cuajan los contratos "liberales", Aquellos que por una vía férrea entregaban la sangre y el alma de Guatemala (...)"


El autor del libro que contiene el pensamiento del, a la sazón, Presidente de Guatemala, en favor del Retorno a Bolívar, anota que Arévalo le insistía en que la lucha por la independencia debía librarse en dos frentes: en el de los imperios trasatlánticos que no han soltado definitivamente sus garras del suelo americano y en el "del tratamiento africano" de los hombres de América que en su mayoría siguen todavía siendo pretexto para la explotación económica. Es decir, por parte de las empresas transnacionales imperialistas norteamericanas.

Por último, considero que si bien Arévalo precedió a Chávez en el Retorno a Bolívar, no tuvo el alcance de darse cuenta que mientras exista el sistema capitalista la "africanización " subsistirá en el planeta. En cambio Hugo Chávez, sí lo sabe y por ello lucha junto a Cuba, a Bolivia y otros países, entre los cuales ¡ojalá! estuviera Guatemala, por el establecimiento del sistema socialista: "El Socialismo del Siglo XXI".

No hay comentarios:

Archivo del blog