martes, 21 de abril de 2009

Arévalo antecesor de Chávez


Alfonso Bauer Paiz
En La Hora, 20 de abril 2009

El compañero Camilo Martiano, secretario de Asuntos Internacionales del Frente Popular por la Soberanía, la Dignidad y la Solidaridad en Guatemala (Frente Popular (SDS), ha divulgado un artículo -VII Años Después-, que escribió con motivo de que el 11 de abril del año 2002 fue derrocado de la Presidencia de Venezuela, por un grupo de militares venezolanos, que dieron el golpe de Estado por instigación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Pero esta vez, a diferencia de su intervención militar en Guatemala, en 1954, que hizo abdicar al Presidente constitucional de Guatemala, Jacobo Arbenz, el presidente Hugo Chávez, con apoyo de su pueblo y de oficiales dignos y leales del Ejército, reasumió el poder y gobierna legal y popularmente en la Patria de Simón Bolívar.

Esta efeméride, me incita a rendirle al político de "Nuestra América", coronel Hugo Chávez, el homenaje que se merece no sólo por su gestión presidencial puesta al servicio de su pueblo, sino por su histórico aporte a nivel continental, en favor de la concordia de las naciones indo-afro-hispánicas de la tierra firme de este hemisferio, así como de las islas del Mar Caribe. No olvidemos que el plan neoimperialista de los Estados Unidos, llamado Alianza de Libre Comercio de las Américas (ALCA), propuesto en reunión celebrada en noviembre de 1989, con algunos gobernantes de la América del Sur, en cuenta el de Venezuela, y aceptado, en principio, en el llamado Consenso de Washington; pero en definitiva, hasta en 1994.

En el mes de diciembre del 2001, se celebró en la Isla de Margaritas, al noreste de Venezuela, la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe. En esa oportunidad, el presidente Chávez presentó, en contraposición del ALCA, el plan latinoamericano Alternativa Bolivariana para Nuestra América (ALBA), plan que como ha dicho su creador: "es un plan importante en la integración de América Latina y el Caribe, pero no como Washington quiere, sino para la libertad y la dignidad de nuestras naciones". Razón por la cual, el primer gobernante invitado a la III Cumbre citada, que se adhirió, con todo entusiasmo al ALBA, es el coloso revolucionario martiano y antiimperialista, Fidel Castro, a la sazón Presidente de Cuba, quien valoró la alternativa de la siguiente manera: "La generosa y feliz iniciativa del ALBA, promovida por el presidente Hugo Chávez y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, puede aportar a los pueblos de Nuestra América en la búsqueda de un futuro mejor, que no sólo es posible, sino que es tan seguro como nuestra indoblegable voluntad de independencia, cooperación e integración".

Quien estas líneas escribe, prosélito también de ALBA, como guatemalteco, se siente orgulloso de que un su compatriota haya sido antecesor de Hugo Chávez en la proposición de esa trascendental y fraternal política destinada al aseguramiento de la libertad de nuestros pueblos y de su desarrollo integral, mediante el accionar solidario para la conquista de su prosperidad en el marco de relaciones igualitarias y de justicia social.

En efecto, en el año de 1947, o sea siete años antes que Hugo Chávez naciera (el 28 de julio de 1954), el jurista Lic. en Derecho de la Universidad Central de Madrid y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pedro Álvarez Elizondo, después de haber sostenido un prolongadísimo intercambio de ideas con el Dr. Juan José Arévalo, Presidente de Guatemala, escribió el libro EL PRESIDENTE ARÉVALO Y EL RETORNO A BOLÍVAR (Un panamericanismo revolucionario)". Sin ser yo supersticioso, no puedo negar lo cabalístico del número 7, en relación al bolivarismo arevalista y chavista, pues como ya mencioné hace 7 años que fue depuesto de su cargo presidencial, Hugo Chávez; "El Retorno a Bolívar", genial idea de Arévalo la propaló 7 años antes que viniera a este mundo Hugo Chávez y 7 letras tiene el apellido A r é v a 1 o y el de H. C h á v e z. Pero olvidemos la cábala, salvo en lo relativo a que en el habla popular macho, es significativo de vigoroso, robusto, fuerte y mucho más lo es en la proverbial frase: siete machos. Al igual de potente que la fuerza político-social que ha de tener la alianza bolivariana de nuestros pueblos y Estados, libres y soberanos.

Uno de los apartados del libro "EL PRESIDENTE ARÉVALO Y EL RETORNO A BOLÍVAR", se titula ¡Volvamos a Bolívar!, y ahí Arévalo explica:

"Volver a Bolívar no quiere decir volver a una concepción guerrera de la vida, como en los años de juego de la independencia. Quiere decir ahora, a ciento treinta años de distancia, volver a la unidad continental, volver al Congreso de Panamá, volver a la concepción heroica de nuestras vidas para salvar el hogar común, que es América. Volver a una concepción andina de los problemas para sentirnos enlazados por las grandezas del pasado, los peligros del presente y las incertidumbres del futuro. Volver a Bolívar es superar la sensualidad individual y vigilar las fronteras hermanas para que no se multipliquen los dictadores, los reyezuelos y los políticos traficantes. Hace ciento quince años que murió Bolívar y todavía hay colonias europeas en América. Son cabezas de puente para un posible retorno. El retorno a los Imperios cómplices. El retorno a aquellos Imperios atlánticos que saciaban la voracidad de sus dioses quemándoles carne americana. Tengamos gran cuidado (...) con esa "voluntad de Imperio "de la Falange Franquista. Es el retorno a Carlos V, al Escorial y a la Encomienda. Y contra ese retorno bochornoso pongámonos en toda América apretados, hombro a hombro, pensando en Bolívar."

(...) "El Gobierno de Guatemala (no olvidemos que es el gobierno de Arévalo o podría ser, años después, el de Arbenz) cree en Bolívar y cumple fielmente los mandatos del Libertador. Para nosotros, las fronteras son conceptos políticos y no realidades físicas. Las fronteras, dentro del ideal bolivariano. sólo son pretextos para distribuirnos la empresa americana de dignificar al hombre americano. Por estos motivos, este Gobierno (es decir el de Arévalo) ha vuelto a abrir el tema grandioso de la Federación de Centro América para suprimir fronteras inventadas en el siglo XIX por caudillos lugareños, que se creían superubres a la patria. (...) Por lealtad a Bolívar, este Gobierno (o sea el de Arévalo) postula la doctrina moral de que en América no pueden perdurar colonias europeas. Por lealtad a Bolívar, nuestros militares (los de la década de 1944 a mayo de 1954) se convirtieron en protectores de las masas populares. Por lealtad a Bolívar, esta Guatemala (la de los diez años del proceso democrático revolucionario, conocido como el de la Primavera Democrática) se viste de fiesta cuando nos visitan figuras representativas de los pueblos hermanos. Guatemala contribuye con hechos a la unidad del continente. Y no estaremos tranquilos hasta que no se instale nuevamente en Panamá el Congreso concebido por Bolívar para defensa de los bienes comunes y para impulsar la lucha por la independencia que empezó el 806, con Miranda, y no ha terminado todavía".

Si Arévalo viviese, ya podría no estar tan intranquilo, a partir de la aurora del ALBA hace 7 años un mes.

No hay comentarios:

Archivo del blog