NO TODO LISTÓN ES COMO LO PINTAN

Por Carlos Maldonado

En esto de los listones amarrados a árboles, postes, mallas, en fin a toda estructura que a los “amarradores” les venga bien atarlos hay que hacer las diferencias respectivas.


Hay amarillos que, en pareja con los blancos, han servido para que los fieles de la Iglesia Católica tengan a bien conmemorar sus fechas sacras. Incluso, para bienvenidas papales, sin embargo, en estos últimos días, ya solos sin pareja alba, para apoyar impudicias. Sus amarradores tendrán sus razones profundas pero serán solo de ellos, porque para la mayoría que sufriendo impunidad, la justicia es utopía y su agitar con el viento, una afrenta.

Sin embargo, hay otros, los de color lila que en estos días debieran adornar las calles pero aún así adornan el corazón sufriente y traspasado por la espina del dolor inextinguible por una bien amada por miles de abuelas, madres, hijas, hermanas, nietas, amigas o compañeras. Esos si que tienen una profundidad rayana en lo sagrado. Son peticiones de basta ya, de cese la desfachatez, la indiferencia, el desamor y el silencio de un Estado que se ha quedado corto ante la magnitud de la muerte. Son recuerdos dulces, memorias presentes de tantas mujeres, desde pequeñas e inocentes hasta maduras y canadas cuyos ojos han visto tanta perversidad en esta hermosa tierra que para protegerse se han rodeado de arrugas, pequeñas fallas geológicas que surcan su piel y su alma, de cuyas fisuras brotan manantiales cristalinos y rebosantes de vida

Pronto habrá miles de listones de diversos colores, rojos, verdes, azules, naranjas y pintarrajeados postes, árboles y piedras de similares, si no es que ya, pero esos serán para recordar al preciado botín de esas gusaneras mal llamados partidos, el votante, que es hora de ir a regalar su voto por alguno de ellos. Tan encarnizada será la lucha que al igual que el disco newtoniano el blanco -no sé si contarlo como color- se hará presente como clara señal de vacuidad. Por algo lo escogen los contrarrevolucionarios alrededor del mundo. Aquí los fresas del Movimiento Cívico Nacional evidente resucitación del espurio Movimiento de Liberación Nacional del matón Sandoval Alarcón.

No obstante, mientras el colorido barullo se extingue para volver a cobrar fuerza en la próxima cita cuatrianual, el lila seguirá vivo en los que queremos, en primer lugar, que cesen las muertes de mujeres, jóvenes y niños y, en segunda instancia, que éstas sean esclarecidas, capturados, juzgados y condenados sus asesinos, pero sobre todo, que conozcamos, comprendamos y que, por tanto, cambiemos de actitud entre si, varones, mujeres; jóvenes y viejos, indígenas o no. Que dejemos de hacer barreras, que hermanados enfrentemos con valentía la indiferencia que alimenta la impunidad de esos que con listones amarillos quieren hacer prevalecer sus vicios y delitos, sus castas y privilegios.

Adornemos alamedas, veredas y calles con listones lilas, campos y ciudades, pero sobre todo prendamos uno indestructible en nuestro corazón por todas esas mujeres que han y siguen muriendo en esta tierra hermosa que ha cobijado sus huesos con amor para hacerlos emerger en flores , ríos, lagos, montañas, demandas, puños, valentías e ímpetus.

Un listón lila al viento para que lleve el mensaje solidario a sus familiares y dolientes. Para que sepan que la noche negra y cerrada de la impunidad está dando paso al alba.

En este 24 de noviembre, por Alaide, María, Esperanza, Sara, o como te solían llamar. Por todas las mujeres caídas y resucitadas en la tozudez del pueblo que no cejará de luchar.

A tu recuerdo vivo, un refulgente y lila listón, por inobjetable, altivo