jueves, 7 de julio de 2011

Las Culpas y las Disculpas de Nuestra Democracia

Por: Camilo Martiano

Nuevamente repasando el estado fallido de nuestra democracia, encontramos varias culpas, como varias disculpas de nuestros políticos – seudolideres -, que no hacen más que buscar culpables donde no se encuentran. La triste realidad de esta democracia es ni más ni menos la falta de educación política de varios millones de guatemaltecos que siguen pensando en que los denominados partidos políticos y sus lideres podrán sacarlos del atolladero donde tristemente se encuentran.

Echar culpa a los diferentes presidentes que han desfilado en los últimos 25 años es muy fácil, echarnos la culpa nosotros nos es muy difícil, no reconocer los graves errores políticos que se han cometido al elegir a todos ellos como esperanza de cambios, no solo personales sino institucionales. Lo más grave es que hasta el mismo Dios le ha tocado ser culpable por las malas decisiones que ha tenido la mayoría de la población.

Si bien es cierto cada uno de estos presidentes de los últimos 25 años, han logrado satisfacer sus propias necesidades, como satisfacer al grupo de amigos que los llevaron al poder. Mientras el pueblo enajenado por los sonoros discursos y publicidad en general, queda relegado al último lugar donde ni siquiera logran verse para que estos se acuerden que algún día en su campaña los vieron, los abrazaron y hasta los besaron, mientras para todas aquellas personas que se vuelven o ya son sus esbirros, para todos ellos la mejor atención.

Tal es el caso de muchos funcionarios de gobierno que se vuelven limpia botas o lo más triste, se cambian de camisola para irle a servir a otro déspota o aprendiz de caudillo. Si esto fuera poco el pueblo comienza a desilusionarse cuando ve que no han sido cumplidas sus demandas en los primeros días de gobierno; este mismo pueblo se vuelca y comienza a escuchar otros discursos, diciendo lo mismo pero por otras personas, es así como funciona nuestra triste democracia y es cuando comienzan a culpar a los gobiernos que ellos mismos eligieron. Comienzan sobretodo influenciados por otro aprendiz de caudillo a repetir malestares que ya en otros años habían dicho.

Nuevamente vuelve la mula al trigo y se repite cada cuatro años a ver que sale, elegir al menos peor, al que tenga la mejor canción, al que ponga mejores chicas exhibiendo sus esbeltos cuerpos o mejor aún al que tapice de propaganda toda la nación. Es así como apuestan estas empresas electoreras, porque no son partidos políticos, son la mejor propuesta mercantilista que necesita este pueblo ensordecido por tanta violencia, falta de educación, salud y trabajo.

Es por ello que ven siempre necesario seguir buscando culpables, echando pestes, matándose entre ellos, para que el pueblo les crea su débil y flácido discurso y así ganar la primera magistratura con algarabía, mediatización económica plegada a grandes cadenas de comunicación.

Los culpables no son ellos, los culpables somos nosotros, hasta cuando vamos a dejar de creer en los ricos mentirosos, ladrones e hipócritas. No es cierto que ellos tengan la solución, la solución está en comenzar a cerrar filas y no darles tregua para que ellos sigan afincándose. Dejarnos de último y ver si les alcanza el periodo para hacer una que otra acción menos favorable para ese gran pueblo que los llevó al poder será su mejor logro de su gestión, tal cual ha venido sucediendo.

Reflexionen estas palabras, medítenlas y consulten con su almohada, verán que lo único que estamos haciendo es otorgarles más de lo nuestro, para que ellos se sientan amos y señores de este suelo que nos vio nacer.

Si comenzáramos a creer en nosotros, a ser solidarios y defensores de nuestra soberanía, difícil les sería a estos aprendices de caudillo poder establecerse como hasta ahora se lo hemos permitido. Por eso digo reflexionemos estas letras y pongámonos a trabajar para construir un poder popular, una democracia popular, donde reine la igualdad y dejar de buscar culpas y culpables. Avancemos hacia una Guatemala sin caudillos y señoríos, avancemos hacia la Guatemala democrática popular. Pensalo…

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