Carlos Enrique Wer
En La Hora, martes 27 de enero de 2008
¿A qué se debe el que los ataques de Prensa Libre hayan continuado?... ¿Cuál es la verdadera razón de ellos?... ¿Por qué difaman y por qué denigran? Todo empezó con mi nombramiento por parte del Juzgado 6º. de Trabajo como Interventor en la Empresa Nuestro Diario, una de las más de veinte propiedades de Prensa Libre. Al principio, para ubicarme en la desconocida complejidad de un problema simple (problema entre socios), me reuní con representantes de tirios y de troyanos. En la medida en que fui conociendo, como parte de mi obligación como interventor de mantener la fuente de trabajo de interioridades relacionadas con la empresa, me fui dando cuenta que detrás del problema puramente empresarial, existía una pugna de poder que había entrampado los incidentes promovidos por un grupo de trabajadores y otro que habían abandonado su lugar de trabajo.
En el afán de mantener el poder y la influencia que Prensa Libre ha adquirido durante su existencia, escondiendo sus faltas y delitos detrás de la "Libertad de prensa", y deseando como acostumbran, imponer su voluntad usando el chantaje que representa la noticia, cuando es intencionalmente manipulada, este grupo, al ver que el interventor no se plegaba a ella y que su gradual conocimiento de las artes y artimañas que emplean para hacerlo representaba un peligro, trataron por todos los medios de retirarlo del cargo, utilizando para ello al grupo de trabajadores que abandonaran la sede de Nuestro Diario. El poder del grupo, impedía que los fondos de esa empresa, depositados en los bancos G&T Continental, Industrial y Reformador, que sumaban un poco más de veinte millones de quetzales, pudiesen pasar a la cuenta de la intervención, usando su influencia, mantuvieron retiros dinerarios aún después de que fuese notificada la intervención, lo cual representa delito.
Con una clara intención de forzar a Nuestro Diario a entrar en crisis por falta de papel, el grupo que encabeza el licenciado Sandoval, secuestró un envío de éste, el cual siendo dirigido a ND, fue detenido en las bodegas de PL. Esto pude saberlo, cuando el empresario que representa a la compañía canadiense, me requirió el pago del embarque, al que me negué rotundamente, dado que la mercadería no existía en las bodegas de la empresa.
El grupo de trabajadores que abandonara la sede, exige el pago de cerca de cinco millones de quetzales (de los cuales cerca del 50% pertenecen a solamente cinco de ellos). El Asesor Jurídico de la Intervención, el licenciado Giovanni Orellana, recomendó el no pago, dadas las inconsistencias legales que le amparaban y que lo actos ilegales antes citados, se revertirían contra el interventor al finalizar el juicio, o al ser requeridas cuentas de ella. Los licenciados Mario Antonio Sandoval y Morales Chúa, se encargaron "veladamente" de amenazarme por los "delitos" que estaba cometiendo como interventor. La denuncia ha sido interpuesta ante la PDH, entidad que a pesar de tener ya una semana de interpuesta la denuncia no ha dado señales de vida.
A estos problemas que no correspondían satisfactoriamente a los intereses de PL, mi "raquítica" elección como Presidente de la Asociación de Periodistas de Guatemala, (APG), representó un trago más que amargo para quienes veían mi elección en este cargo, como señal de que aquí, tampoco prevalecería la nociva influencia que sobre la Asociación han mantenido. Los difamantes editoriales de PL demostraron su contrariedad. Incapaces de impedir que tomara posesión del cargo, a pesar de la manipulación utilizada por medio de cinco apegistas, encabezados por el señor Móvil, (quienes dicho sea de paso NUNCA han asistido a una Asamblea General en los últimos ocho años) y del boicot realizado desde dentro por personal de la Entidad, les utilizan nuevamente pidiendo que el Presidente de la APG sea llevado al Tribunal de Honor, hecho que no solamente acepto, sino exijo sea llevado a cabo, para, haciendo uso de mis derechos como Asociado y como ciudadano, desenmascarar a quienes tanto daño le han hecho a la Asociación.
Por último, hago una cordial invitación a los medios para que se acerquen a la sede de Nuestro Diario, y, sin mediación de la Intervención, entrevisten a los cerca de seiscientos trabajadores y puedan constatar por sí mismos como la Empresa continúa sus labores, con todos los trabajadores que asisten a cumplir con sus funciones, están TOTALMENTE PAGADOS HASTA EL 15 DE ENERO.
En La Hora, martes 27 de enero de 2008
¿A qué se debe el que los ataques de Prensa Libre hayan continuado?... ¿Cuál es la verdadera razón de ellos?... ¿Por qué difaman y por qué denigran? Todo empezó con mi nombramiento por parte del Juzgado 6º. de Trabajo como Interventor en la Empresa Nuestro Diario, una de las más de veinte propiedades de Prensa Libre. Al principio, para ubicarme en la desconocida complejidad de un problema simple (problema entre socios), me reuní con representantes de tirios y de troyanos. En la medida en que fui conociendo, como parte de mi obligación como interventor de mantener la fuente de trabajo de interioridades relacionadas con la empresa, me fui dando cuenta que detrás del problema puramente empresarial, existía una pugna de poder que había entrampado los incidentes promovidos por un grupo de trabajadores y otro que habían abandonado su lugar de trabajo.
En el afán de mantener el poder y la influencia que Prensa Libre ha adquirido durante su existencia, escondiendo sus faltas y delitos detrás de la "Libertad de prensa", y deseando como acostumbran, imponer su voluntad usando el chantaje que representa la noticia, cuando es intencionalmente manipulada, este grupo, al ver que el interventor no se plegaba a ella y que su gradual conocimiento de las artes y artimañas que emplean para hacerlo representaba un peligro, trataron por todos los medios de retirarlo del cargo, utilizando para ello al grupo de trabajadores que abandonaran la sede de Nuestro Diario. El poder del grupo, impedía que los fondos de esa empresa, depositados en los bancos G&T Continental, Industrial y Reformador, que sumaban un poco más de veinte millones de quetzales, pudiesen pasar a la cuenta de la intervención, usando su influencia, mantuvieron retiros dinerarios aún después de que fuese notificada la intervención, lo cual representa delito.
Con una clara intención de forzar a Nuestro Diario a entrar en crisis por falta de papel, el grupo que encabeza el licenciado Sandoval, secuestró un envío de éste, el cual siendo dirigido a ND, fue detenido en las bodegas de PL. Esto pude saberlo, cuando el empresario que representa a la compañía canadiense, me requirió el pago del embarque, al que me negué rotundamente, dado que la mercadería no existía en las bodegas de la empresa.
El grupo de trabajadores que abandonara la sede, exige el pago de cerca de cinco millones de quetzales (de los cuales cerca del 50% pertenecen a solamente cinco de ellos). El Asesor Jurídico de la Intervención, el licenciado Giovanni Orellana, recomendó el no pago, dadas las inconsistencias legales que le amparaban y que lo actos ilegales antes citados, se revertirían contra el interventor al finalizar el juicio, o al ser requeridas cuentas de ella. Los licenciados Mario Antonio Sandoval y Morales Chúa, se encargaron "veladamente" de amenazarme por los "delitos" que estaba cometiendo como interventor. La denuncia ha sido interpuesta ante la PDH, entidad que a pesar de tener ya una semana de interpuesta la denuncia no ha dado señales de vida.
A estos problemas que no correspondían satisfactoriamente a los intereses de PL, mi "raquítica" elección como Presidente de la Asociación de Periodistas de Guatemala, (APG), representó un trago más que amargo para quienes veían mi elección en este cargo, como señal de que aquí, tampoco prevalecería la nociva influencia que sobre la Asociación han mantenido. Los difamantes editoriales de PL demostraron su contrariedad. Incapaces de impedir que tomara posesión del cargo, a pesar de la manipulación utilizada por medio de cinco apegistas, encabezados por el señor Móvil, (quienes dicho sea de paso NUNCA han asistido a una Asamblea General en los últimos ocho años) y del boicot realizado desde dentro por personal de la Entidad, les utilizan nuevamente pidiendo que el Presidente de la APG sea llevado al Tribunal de Honor, hecho que no solamente acepto, sino exijo sea llevado a cabo, para, haciendo uso de mis derechos como Asociado y como ciudadano, desenmascarar a quienes tanto daño le han hecho a la Asociación.
Por último, hago una cordial invitación a los medios para que se acerquen a la sede de Nuestro Diario, y, sin mediación de la Intervención, entrevisten a los cerca de seiscientos trabajadores y puedan constatar por sí mismos como la Empresa continúa sus labores, con todos los trabajadores que asisten a cumplir con sus funciones, están TOTALMENTE PAGADOS HASTA EL 15 DE ENERO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario