TERRORISMO MEDIÁTICO

Carlos Enrique Wer
En La Hora, 20 de Enero de 2009

Insisto y repito, la campaña que lanza Mario Antonio Sandoval y Morales Chúa desde Prensa Libre contra la APG y este columnista, es simple y llanamente terrorismo mediático. Terrorismo que amparado en la "Libertad de Prensa", o mejor dicho, en el poder de opinión que detrás de ella ha creado a través de los años. Acostumbrados a ejercer presión derivada del poder de quien crea opinión pública, no vacila en enderezar sus baterías para arrastrar a una institución y contra un periodista independiente, que no tiene por qué bajar la cabeza ante sus desplantes.

Quienes se han creído dueños de la APG, a la que casi nunca asisten y, como el licenciado Morales Chúa, han llegado al colmo de que, al asistir a la sesión extraordinaria citada para discutir la reforma a los estatutos, subiera al lugar en que preside la Junta Directiva, asumiendo un lugar que no le corresponde, pero que su inmenso ego le impedía ocupar un lugar que le correspondía como cualquier otro periodista.

Acostumbrados a utilizar el poder que otorga su condición de formadores de opinión, para defender sus intereses empresariales y destrozar con ella a quien ose oponerse, han llevado a la carpa del gran público un caso eminentemente judicial, en el que se enfrentan socios de las empresas que giran alrededor de Prensa Libre, tratando de envolver en él a una entidad civil, que posee como tal sus propias leyes y a un periodista, nombrado como interventor de una de ellas por un juzgado de trabajo.

Incapaces de sujetarse al imperio de la ley a la que todo guatemalteco debiera hacerlo, han procurado por todos los medios, legales e ilegales, hacer prevalecer la causa que defienden y en ella, han arrastrado a un grupo de trabajadores de Nuestro Diario, que habiendo tomado partido, permanecen fuera de su lugar de trabajo. Los incidentes que uno y otro grupo de trabajadores han presentado ante los juzgados correspondientes, deben de seguir su curso para establecer de acuerdo a la ley, lo justo o no de sus demandas. Sin embargo, han tratado de utilizar el indiscutible peso de su poder económico y político, para llegar incluso a las veladas amenazas a quienes llevan el caso. Tráfico de influencias para tratar de llevar el caso hacia aguas que le sean favorables, bloqueo de cuentas bancarias con la lógica complicidad de ellos, en fin, toda clase de triquiñuelas que satisfagan su ego de todo poderosos y presionen para obtener que la balanza de la ¿Ciega justicia?, se incline a su favor.

Siendo mi obligación y responsabilidad proteger los intereses de los trabajadores, a ello se ha dedicado mi trabajo como interventor. No a pelear con nadie, porque no tengo por qué hacerlo. 554 trabajadores de Nuestro Diario, hasta el día 15 de enero, están pagados en sus salarios y prestaciones laborales. Los 82 trabajadores que escogieron el camino de inclinarse a favor de los socios mayoristas, tienen pendiente que el Juzgado de Trabajo determine en última instancia si su pago es legal o no. Todos sus cheques están elaborados esperando esa orden. Mientras tanto, la asesoría legal de la intervención, determinó, a pesar de que la resolución del juzgado era que debería pagarse a todos los trabajadores, que de acuerdo a la ley, nadie está obligado a obedecer órdenes que vayan contra ella.

Mi elección como presidente de la APG, era un golpe que su ego no podía tolerar. Y las injurias, difamaciones y amenazas no se hicieron de esperar. Cinco periodistas, que se autodenominan "apegistas" entre quienes pretenden repartirse cerca del 50% de los pretendidos salarios de los 82, reclaman ante esa asociación, el ser atendidos por ella en sus ataques al nuevo presidente. CINCO APEGISTAS QUE NUNCA SE HAN PRESENTADO EN LAS ASAMBLEAS DURANTE LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS.

El juicio entre socios, ha llevado a dos grupos de trabajadores a enfrentarse tomando partido. Quienes abandonaron su lugar de trabajo, y según algunos de ellos, pagados por Prensa Libre, han llevado hasta las puertas de la APG un caso en el que, respaldados por esa empresa, pretenden mantener "paternal dominio" sobre ella. Al fracasar en su intento, ahora pretenden utilizar a los ex presidentes de la Asociación, para que, con falsa información, pidan la renuncia del Presidente. Es hora de poner ciertas cosas en su lugar y justa dimensión.