En las primeras veinticuatro horas de su llegada a Tripoli el periodista de Il Manifesto, Maurizio Matteuzzi, comprobaba que muchos de los acontecimientos difundidos por los medios occidentales -y también por árabes como Al Jazeera y Al Arabiya-, no se correspondían con la verdad.
En una nota difundida por las agencias de notícias occidentales se dijo al mundo que Muammar Al Gaddafi había bombardeado a civiles en Tripoli, dejando un saldo de 250 muertos.
“Anoche la situación en esa ciudad era de máxima tensión con cadáveres tirados en las calles y continuos disparos que se oyen en varios barrios de la ciudad, entre ellos de proyectiles de artillería pesada, según constató EFE”.
Según relata el periodista del diario italiano, Bargawi Badri, un ginecólogo libio residente en Tripoli con familia en Italia, recibió ese día una llamada de sus parientes alarmados que estaban escuchando en las noticias que se había producido un bombardeo en el barrio de Fascilum, de Tripoli. Badri, extrañado, les negó esos hechos y les dijo que se encontraba tranquilamente tomando una copa en un café de la zona.
Otra “primicia” de las agencias y los medios occidentales fueron las fosas comunes, cuyas fotos han dado la vuelta al mundo en la portada de (casi) todos los periódicos.
Mateuzzi se acercó a Tadjoura, suburbio de Trípoli donde supuestamente se encontraba dicha fosa común. La sorpresa fue que no encontró nada. En realidad había un cementerio tradicional donde se realizaba el trabajo habitual y disponía de lápidas normales.
La tercera gran primicia apareció también en las páginas de muchos periódicos: ”Los rebeldes han conquistado el aeropuerto militar de mitigar”.
El periodista italiano viajó hasta la zona. El aeropuerto estaba tranquilo y vigilado por guardias. No había rastro de los rebeldes.
Otras mentiras sobre la situación en Libia
Hace una semana, el Ministro de Exteriores británico, William Hague, declaró ante la prensa en Bruselas que Gaddafi se encontraba exiliado en Venezuela. Estas declaraciones fueron publicadas, sin contrastar y confirmar su veracidad, en multitud de medios de comunicación de todo el mundo.
Tanto el canciller venezolano Nicolás Maduro como el propio Gaddafi, a través de tv desde la capital, Tripoli, desmintieron ese rumor.
Hague dijo haber recibido esta información de “contactos que están en el terreno”. El Gobierno venezolano tachó de irresponsables los comentarios del Ministro, que todavía no ha pedido disculpa alguna por los hechos.
Por su parte, la agencia española de notícias EFE, vertió una información que decía que ”en Trípoli aumentan los rumores de que Gaddafi y todos sus hijos han huido del país, e incluso otros sobre la muerte de uno de los principales consejeros y mano derecha del líder libio”. Esta información resultó ser falsa también.
Los medios de comunicación Al Arabiya y MBC fueron más allá y dieron por muerto a Gaddafi. Pasadas unas horas el propio líder libio apareció en televisión, en la Plaza Verde de Trípoli, en la capital, hablándole a sus seguidores, hecho que desmintió dicha hipótesis.
Maurizio Matteuzzi pudo comprobar sobre el terreno que no existían las fosas comunes en Tadjoura, que no era cierto que el distrito de Fascilum y otros distritos de la capital hubieran sido bombardeados. Tampoco era cierto que el aeropuerto de Mitiga hubiera sido tomado por los rebeldes. Ni que Gaddafi se había exiliado en Venezuela o que había muerto.
Según el ejército ruso, la aviación libia jamás habría lanzado ningún tipo de ataque aéreo contra su propia población, tal y como vienen repitiendo los medios de comunicación occidentales. El ejército ruso ha monitoreado vía satélite los disturbios de Libia, desde el principio, y no ha visto nada de eso, según informan los altos mandos militares.
Legitimar una intervención extranjera
Ante tantas mentiras el periodista denunció la existencia de una campaña de desinformación que tiene como objetivo impactar en la opinión pública internacional para legitimar una posible intervención militar de la OTAN.
Este mismo lunes, Estados Unidos posicionó sus barcos y portaaviones en el Mar Mediterráneo en torno a Libia. El portavoz del Pentágono, David Lapan, reconoció que “actuarían si es necesario”.
Mientras, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, advirtió que “todas las opciones están sobre la mesa para derrocar a Gaddafi”.
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