Sin conocimiento de la diversidad cultural que articula en tribus a la sociedad libia, creemos necesario considerar que en general, son cuatro fuerzas las que actualmente están implementando estrategias políticas y militares en torno al conflicto libio.
La primera de ellas está conformada por importantes tribus y segmentos de población libia que sienten estar viviendo en un régimen dictatorial y que parecieran avanzar en la conformación de una articulación política y militar de oposición al régimen de Muammar Al Gaddafi. Por la información alternativa a la cual hemos accedido, esa fuerza es heterogénea, carácter que hace que ahí se concentren desde expresiones profundamente democráticas que genuinamente se están planteando luchar por un régimen democrático, hasta expresiones con pretensiones de control de las grades riquezas –especialmente petroleras— y que están ligadas a redes vinculadas a los intereses imperiales.
La segunda fuerza está integrada por expresiones ligadas al proceso encabezado por Muammar Al Gaddafi, la cual representa a un régimen desgastado, que ha pasado de ser una expresión revolucionaria y antiimperialista, a ser una de carácter conservadora y conciliadora con fuerzas imperiales interesadas en controlar esa región del mundo. Un régimen que no obstante haber logrado que Libia sea el país del África con el mayor nivel de vida, adolece hoy de la legitimidad y hegemonía para sostenerse en el poder.
Ambas fuerzas están, para este momento, en un enfrentamiento político militar que pareciera convertirse en guerra civil de consecuencias insospechadas, aunque con posiciones contrarias a la intervención militar extranjera, al menos discursivamente.
Una tercera fuerza es la Liga de Estados Árabe (22 miembros), en situación endeble por las rebeliones contra varios de los regímenes autocráticos y represivos que la integran. Dicha Liga ha manifestado su oposición a cualquier intervención externa, especialmente tratándose de las pretensiones de Estados Unidos y la OTAN, aunque esta decisión no necesariamente se sostendrá, siendo lo endebles y sumisos que resultan ser algunos gobiernos de los Estados miembros.
La cuarta fuerza está constituida por Estados Unidos y la Unión Europea, quienes están perdiendo hegemonía en esa región producto la impugnación desde rebeliones populares que padecen los regímenes que han sido tradicionalmente serviles a sus intereses. Sin embargo, como parte de su estrategia se han ubicado discursivamente favorables a dichas rebeliones, tratando de lograr la influencia y control geoestratégico del territorio y los recursos que, como el petróleo, tienen un valor fundamental en sus intentos por mantener el dominio global. Al mismo tiempo, está aprovechando la coyuntura para tratar de desestabilizar a regímenes desafectos, como el iraní, país persa sobre al cual han pretendido doblegar.
Esta fuerza, que sintetiza el colonialismo ejercido por los imperios estadounidense, inglés y francés –principalmente- en dicha región, ha desarrollado para el caso particular de Libia, una estrategia que incluye: a) Desinformación mediática, que hasta el momento carece de registros como los que si hubo con el ataque israelí contra el pueblo palestino ; b) Búsqueda porque el Consejo de Seguridad de la ONU decida una intervención militar –hasta ahora fracasada ante el rechazo de la Federación Rusa y China, que ha provocado que no presenten la moción endicho Consejo--; c) Promoción de la expulsión de Libia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, algo que ha sido logrado; ch) Movilización de su peón, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, para ser un gestor eficiente de la política injerencista y de invasión que pretenden; d) Ha logrado que sus países aliados acuerpen a ciegas su política; e) Ha lanzado amenazas de intervención militar, haciendo avanzar sus fuerzas de su marina las cuales ha posicionado en el Mar Mediterráneo y frente al país libio; f) Ha trasladado enorme financiamiento a la oposición, para avanzar en la desestabilización; g) Ha reunido a sus ministros de energía para acordar la repartición del botín al darse la invasión y ocupación, h) Ha congelado supuestos depósitos de Muammar Al Gaddafi y sus allegados en bancos europeos; i) Ha impuesto sanciones de carácter económico y financiero.
En síntesis, está avanzando hacia una intervención militar, la cual sin lugar a dudas generará que el conflicto político militar que inicia, se instale por largos años --como en Irak y Afganistán—y tenga como consecuencia millares de muertes, torturas, desplazamiento, etc.
La opción militar, de invasión y ocupación imperialista, devendría en una guerra civil de mediana o larga duración, en una presencia militar y saqueo por parte de los imperios interesados en apropiarse del petróleo y demás riquezas libias, en el posicionamiento fuerzas militares imperiales que consolidarían su control del continente africano como nueva región de interés para continuar la acumulación capitalista por desposesión, y en la concreción de una avanzada hacia la ocupación posterior de Iran.
Como alternativa a la opción militarista e imperialista, han surgido propuestas alternativas como la lanzada por el Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, orientada a buscar una solución negociada del conflicto, sin intervención injerencista, la cual ha sido secundada y hoy se encuentra en estudio por parte de la Liga Árabe.
1. Nuestro pronunciamiento contra la guerra y por la PAZ como alternativa humanista.
2. Nuestro apoyo al pueblo libio y sus aspiraciones de libertad, igualdad y soberanía.
3. Nuestra condena a la política injerencista que Estados Unidos y la Unión Europea han venido implementando, con el objeto de apoderarse del petróleo, agudizando las condiciones que impiden una solución favorable y política a las demandas del pueblo libio.
4. Nuestro apoyo a una solución negociada del conflicto, que permita, con soberanía, que las fuerzas en disputa acuerden un régimen que de respuesta a las demandas populares y democráticas, así como al mantenimiento de la independencia de dicho país hermano.
FRENTE POPULAR
Soberanía, Dignidad y Solidaridad
¡VAMOS PATRIA, LA LUCHA CONTINÚA!
Guatemala, 4 de marzo de 2011.
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