Como
continuidad y afianzamiento de la política de agresión histórica del Estado
estadounidense contra el pueblo cubano, el gobierno del Donald Trump ha dado
pasos atrás en la búsqueda por establecer relaciones de respeto entre ambas
naciones.
El
gobierno imperial activó la aplicación de la ilegal e ilegítima Ley
Helms-Burton, lo cual profundiza el bloqueo genocida que EEUU viene
implementando contra Cuba desde 1962. En particular ha instituido la aplicación
del Título III de esa norma injerencista, la cual posibilita a ciudadanos de
EEUU demandar en las cortes de ese país a personas, entidades y terceros países
que inviertan en territorio cubano en las propiedades nacionalizadas de forma
soberana tras el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.
Tal
medida agrava las operaciones de empresas de capital cubano y extranjero en la
Isla, pero también a ciudadanos estadounidenses y cubanos que se han visto con
impedimentos para viajar a cuba y acceder a servicios de salud y turismo, en el
caso de los primeros, y para el envío de remesas a sus familiares en el caso de
ciudadanos y residentes de origen cubano en el país norteamericano. Más allá,
sus consecuencias se orientan a afectar la inversión y el desarrollo de la
industria, la agricultura, el turismo, la ciencia, el deporte y la educación,
con implicaciones en la soberanía del pueblo cubano hermano.
El gobierno de Trump ha calificado a Cuba una
“amenaza de seguridad”, cuando Cuba lo que ha hecho en sus 60 años de
Revolución, ha sido asumir una posición en defensa de su soberanía y en la búsqueda
de relaciones fraternas, de paz y entendimiento con el pueblo estadounidense.
El calificativo de “amenaza” aplicado a Cuba, usualmente es utilizado contra
aquellos países independientes, que no solamente no amenazan de ninguna manera
al pueblo estadounidense, sino además suelen ser objeto de las políticas de
injerencia, amenaza y hasta invasión militar que el imperio norteamericano,
creyéndose dueño del mundo, implementa contra otros pueblos que persiguen ser
dueños de su propio destino.
Este nuevo capítulo en la implementación del
bloqueo contra Cuba, hace parte de la agresión que EEUU viene implementando,
así mismo, contra la República Bolivariana de Venezuela y Nicaragua, pueblos y
gobiernos que impulsan una política independiente y soberana, por lo que
padecen las sanciones y el bloqueo imperialista.
En
este nuevo capítulo de agresión y bloqueo contra Cuba, como Frente Popular
expresamos nuestra condena a estas medidas imperialistas y nuestra solidaridad
hacia el Pueblo y Gobierno cubanos, dignos representantes de la lucha
imperialista y la búsqueda por construir relaciones sociales basadas en la
igualdad, la justicia y la paz.
¡No al bloqueo
contra Cuba!
¡Alto a la
política imperialista de EEUU!
Frente Popular
¡Soberanía,
Dignidad y Solidaridad!
2 comentarios:
Gracias por su permanente solidaridad, reflejo de la indestructible amistad que siempre ha existido entre nuestros pueblos y que han sabido entretejer su historia convencidos de que un mundo mejor es posible. Gracias a nombre de cada uno de los cubanos que sufrimos a diario este engendro imperial, que intenta ahogar a nuestro pueblo pero que continuará recibiendo más victorias y más Revolución. Hasta la Victoria Siempre queridos compañeros. Un fuerte abrazo. Carlos de Céspedes Piedra.
Hola
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