La justificación es una dudosa utilización de armas químicas, que el
régimen imperialista y militarista de Barak Obama, atribuye al gobierno sirio
de Baschar El Assad. El motivo se asemeja al engaño sobre la existencia de
armas de destrucción masiva en Irak o la invención de amenazas que
supuestamente representaban los regímenes de Afganistán o Libia, sólo para
citar los casos más recientes. Sin excepción, en estos caso el resultado ha
sido cientos de miles las víctimas mujeres y hombres civiles de la agresión
externa y donde la inseguridad, confrontación armada y violencia fueron la
cauda de las invasiones y ocupaciones ejecutadas por tropas militares y
mercenarias de Estados Unidos y la Unión Europea. Y lo que no hay que olvidar: Estados Unidos utilizó
uranio enriquecido en la guerra contra Irak e Israel utilizó bombas de fósforo
contra población palestina, y nunca se planteó agredir militarmente a dichos
países.
Todos han sido engaños e invenciones que le sirvieron a Estados Unidos para
agredir, invadir y ocupar tales países. Los objetivos ocultos eran y son el
expolio de los elementos de la naturaleza (petróleo, agua, minerales), la expansión
de la industria militar estadunidense como soporte de la crisis recurrente, el saqueo
de los recursos públicos de dicha nación por parte de las empresas que hacen
negocio con la guerra, el control de áreas de interés geoestratégico en disputa
con otras potencias como Rusia y China, y la destrucción de regímenes
desafectos a los intereses de la potencia estadounidense.
Desde el inicio del conflicto en Siria, tanto Estados Unidos como la Unión
Europea a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han
estado asesorando, financiando y armando a la oposición siria. Ante la
incapacidad de dicha oposición para derrocar al gobierno sirio, el siguiente
paso planificado es una intervención militar para allanar el camino a las
fuerzas opositoras. En ese sentido, la violación del derecho internacional ha
sido una constante por parte de estas potencias y de concretarse la agresión militar directa de
Estados Unidos, el gobierno de Barak Obama estaría cometiendo, nuevamente,
crímenes de guerra y de lesa humanidad. Bajo la justificación de proteger al pueblo
sirio se prepara una acción armada de gran envergadura, que traerá miles de
muertos como ha sucedido en todos los países invadidos por Estados Unidos.
Como expresión popular de los diferentes pueblos que habitamos el
territorio guatemalteco, como Frente Popular consideramos la guerra como la
expresión máxima de dominación patriarcal e imperialista que de forma simbólica
y real-concreta se aplica sobre los cuerpos de las mujeres, mujeres-niñas,
niños y mujeres-abuelas, quienes suelen ser la principales víctimas.
Condenamos la agresión de Estados Unidos y la Unión Europea sobre Siria, al
ser un acto que atenta contra la soberanía e integridad del pueblo sirio, un
acto que constituye una violación al derecho internacional y al papel que
debiera jugar la Organización de Naciones Unidas, un acto en el cual Estados
Unidos se atribuye e impone a los demás pueblos del mundo un papel de policía
que no le corresponde. Nuestra condena, entonces, es un asunto de principios y
de humanismo.
Rechazamos la campaña mediática (propaganda de guerra) que los grandes
negocios de la comunicación como CNN, Fox, entre otras, están impulsando para
tratar de convencer a la opinión pública de la falsa bondad y buenos propósitos
de Estados Unidos al preparar y realizar la agresión terrorista contra Siria.
Rechazamos el apoyo cómplice del gobierno de Otto Pérez Molina ante esta amenaza,
atentatoria de la soberanía del pueblo
sirio y que provocarán más muerte, destrucción, desplazamiento y violencia
sexual en territorio árabe.
Ante estas amenazas y acciones implementadas, la alternativa es gestar la
vía política para resolver la guerra civil en Siria.
FRENTE
POPULAR
SOBERANÍA, DIGNIDAD, SOLIDARIDAD
¡VAMOS PATRIA, LA LUCHA CONTINÚA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario