La
clase social dominante (burguesía), quien controla el poder económico y en
esencia controla también el poder político, nos explota cada vez más. Mientras a nosotros nos hunden aún más en la
miseria, ellos se vuelven cada vez más ricos.
Por
ejemplo: para marzo de 2015, el costo mensual de los alimentos (Canasta Básica)
necesarios para una familia de cinco miembros costaba Q. 3,283.00 y el costo de
alimentos, más transporte, educación, salud, vivienda, vestimenta y otros
(Canasta Básica Vital), alcanzaba la exorbitante cifra de Q. 5,990.00. Sin
embargo, el salario mínimo decretado por el gobierno de Otto Pérez Molina y
Roxana Baldetti sólo llega a Q. 2,644 para el sector agrícola y no
agrícola y Q. 2,451 para la maquila.
Pero
esto no se queda ahí: el gobierno, con la alegría de la burguesía, decretó un
salario mínimo apenas de Q. 1,500.00 para cinco municipios: San Agustín
Acasaguastlán y Guastatoya (El Progreso), Estanzuela (Zacapa) y Masagua
(Escuintla); es decir, un 56.79% por debajo del salario mínimo oficial.
Pero
nosotros sabemos que se incumple con el pago del salario mínimo y que en
maquilas y fincas se exigen jornadas de más de 8 horas de trabajo, se paga a
destajo para pagar menos y se trabaja en condiciones inhumanas, expuestos a
accidentes, al crimen y a los agrotoxicos que se utilizan en la caña, la palma,
banano, etc. Estas condiciones y situaciones se agravan cuando se trata de
mujeres y niños.
Los
salarios no alcanzan. Los sistemas de salud y de educación están en crisis
porque a los gobernantes no les interesa resolverla, porque son incapaces o
simplemente porque están más interesados en robarse el dinero del pueblo y los
empresarios en evadir el pago de sus impuestos.
La
explotación que padecemos como clase trabajadora se profundiza entonces y se
expresa en mayor pobreza y miseria. Mientras, la burguesía se vuelve cada vez
más rica. Así: 260 guatemaltecos tienen un capital (propiedades, negocios y
dinero) igual al 56% de todo lo que se produce en el país en el año. Otro
ejemplo más revelador: el 0.0001% de la población guatemalteca, es decir 15
guatemaltecos, los cabezas de las familias de la oligarquía, tienen más dinero
que todo el resto del pueblo junto.
Y
no bastándoles, la burguesía y los más ricos de ellos (la oligarquía) controlan
la política (el Estado, los partidos políticos, el congreso de la república,
las cortes de justicia, la corte de constitucionalidad) para aumentar un más
sus ganancias. Y para ello, entre otras cosas, financian a los partidos y
candidatos y participan en redes de corrupción como sucede con el famoso caso
de “La Linea”
“La
Línea” como se le conoce a la red criminal que operaba en la SAT, es sólo una
muestra de las mafias y la corrupción en lo cual son cómplices funcionarios
públicos, empresarios y militares. Es apenas una muestra de la corrupción y
saqueo al más alto nivel en el gobierno de Pérez y Baldetti, un gobierno
encabezado por una red de militares y apoyado por la burguesía y controlado
principalmente por la oligarquía, es decir, por los más ricos del país.
Es
por ello que, como Frente Popular, hacemos un llamado a fortalecer las luchas
de la clase trabajadora del campo y la ciudad, de las mujeres trabajadoras, a
recuperar nuestra dignidad rechazando la farsa de las elecciones, y luchar por
avanzar en dirección a pensar y construir el proyecto político de la clase
trabajadora de la ciudad y el campo. Es decir: LUCHAR DESDE, POR Y PARA LA CLASE TRABAJADORA.
Es
por esto que participamos en la Asamblea
Social y Popular, como una alianza que nos permita ir avanzando en lograr
una mejor correlación de fuerzas para nuestras luchas y para cambiar de raíz
este país. Por eso organizaciones de los pueblos originarios, campesinas,
sindicales, de mujeres, de jóvenes, populares, entre otras, acordamos:
movilizarnos el 1 y 16 de mayo para exigir la renuncia de Pérez y Baldetti,
exigir que se investigue y se lleve a la cárcel a los altos funcionarios,
empresarios y militares que hacen parte de la red criminal “La Línea”, que se les
obligue a devolver todo el dinero robado, que se desmonten todas las
estructuras criminales en el Estado, que se respete la protesta, resistencia y
libre determinación de los pueblos, que se liberen de inmediato a los presos
políticos. En lo estratégico, acordamos avanzar hacia una nueva Asamblea
Nacional Constituyente, para dotarnos de una nueva Constitución Política, ahora
escrita por y para los pueblos originarios, la clase trabajadora, las mujeres,
la juventud.
¡Viva la Clase
Trabajadora!
¡Viva la Asamblea
Social y Popular!
FRENTE POPULAR
Soberanía, Dignidad, Solidaridad
¡Vamos
Patria, la lucha continúa!
Guatemala, 1 de Mayo
2015
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