En primera fila de esa intentona aparecen Leopoldo López y María Corina Machado,
dos de los principales incitadores visibles. Detrás están el ex candidato
presidencial de la oposición, Henrique Capriles, así como la cúpula empresarial
y la embajada yanqui que se ha dedicado a entrenar, financiar y acuerpas con
acciones intervencionistas de John Kerry (Secretario de Estado de EEUU), a
grupos internos para generar actos de violencia como un paso para
desestabilizar al país. Y cómo corolario, aparece el paramilitar colombiano,
Alvaro Uribe, quien ha sido claramente un conspirador contra el gobierno de
Hugo Chávez como de Nicolás Maduro.
Es claro que este nuevo intento de desestabilización y derrocamiento del
segundo gobierno revolucionario en Venezuela, es parte de la estrategia de la
burguesía local y de Estados Unidos en específico, quienes han sido impedidos
de controlar el Estado y las políticas que ahora se gestan con contenido
popular y, por consiguiente, han dejado de percibir los beneficios económicos
del saqueo al Estado, de la explotación hacia la clase trabajadora y del
expolio de los recursos naturales, como sucedió durante largos años con el caso
del petróleo.
La estrategia, además de generar actos de violencia, ha consistido en el
impulso de una campaña nacional e internacional, para crear una matriz
mediática que persigue que la ciudadanía venezolana y el mundo piensen que en
Venezuela ocurre una rebelión generalizada y, en respuesta, actos represivos
del gobierno bolivariano.
Lo cierto es que no ocurre ni una ni otra cosa. La debilidad de la derecha
hace que su movilización sea focalizada, que sus mentiras mediáticas sean
desbaratadas, y sus planes para levantar un enfrentamiento que les permita
concretar un Golpe de Estado se debilitan fuertemente. Contrariamente, la
movilización popular bolivariana ha demostrado su alta capacidad de acción
democrática y pacífica en toda la República Bolivariana, mientras el gobierno
de Nicolás Maduro, demostrando firmeza, ha garantizado el respeto a los
Derechos Humanos y ha abierto espacios para dialogar con opositores que no
están siendo parte de los actos violentos.
Es por ello que la intentona fascista está siendo derrotada en esta nueva
batalla, en la cual, el estandarte del Comandante Hugo Chávez, hacer avanzar la
vanguardia revolucionaria hacia nuevas conquistas que el pueblo venezolano vive
y siente como suyas. La derecha
venezolana, la derecha internacional y el gobierno yanqui no soportan que los
gobiernos de la Revolución Bolivariana, hayan reducido la pobreza, que pasó del
55,6% en 1997 –un año antes del ascenso al poder de Hugo Chavez- a un 23,9% en
el 2012.
Desde Guatemala, como Frente Popular condenamos esa intentona golpista de
la derecha, de la burguesía y del imperialismo yanqui en Venezuela.
Reiteramos nuestra solidaridad con la Revolución Bolivariana, con su
liderazgo encabezado por Nicolás Maduro, y con el pueblo bolivariano de
Venezuela.
¡Viva la Revolución Bolivariana!
¡Viva Nicolás Maduro!
¡Viva el Pueblo Bolivariano de Venezuela!
¡Hugo Chávez, Vive!
FRENTE
POPULAR
¡Vamos
Patria, la Lucha continúa!
Soberanía,
Dignidad, Solidaridad
Guatemala, febrero
de 2014
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