miércoles, 23 de junio de 2010

Carta a elPeriódico por su editorial de hoy 23 de junio de 2010

Por Carlos Maldonado

Nunca puede entender a cabalidad el tiempo y espacio que elPeriodico utiliza para, a través de sus editoriales, referirse a casos que no solo son ajenos a nuestra realidad como país sino que llevan una carga partidista muy evidente. La enjundia con que señala errores que se cometen en Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia o Argentina es irrefutable por estar sus dueños en contra de las políticas que llevan a cabo sus gobiernos, cuestión que no debiéramos sufrir los lectores. No es la misma energía que se usa para con similares casos en otras latitudes. Por ello, no es novedoso que con el caso que nos presenta, el editorialista tiene como objetivo fundamental, hacer un parangón entre la administración socialista que se ha adoptado en Venezuela y la capitalista que con todas sus contradicciones supuestamente “gozamos” en Guatemala. Sus argumentos son para reforzar el mensaje a los lectores que ésta última es mejor, para lo cual magnifica un error en particular. Subjetivo por demás, al arrancar de una particularidad para juzgar una generalidad. Por si esto fuera poco, pone ejemplos carentes del más elemental análisis histórico como los de la CONASUPO en el otrora México con sus políticas sociales fuertes y el de INDECA en Guatemala , los cuales tacha de fracasos de la administración pública. Sin embargo, hay que recordarle al editorialista de hoy miércoles 23 de junio de 2010, que si CONASUPO dejó de brindar los grandes beneficios a la gente más necesitada de nuestro vecino y si INDECA se le indujo a su ficticia quiebra fue para que dichos recursos del Estado de ambos países fueran apropiados por las oligarquías de estos países. Ambas, por supuesto con la perorata neoliberal en la punta de la lengua y cuyo premisa central era el achicamiento del Estado, que no significó más que la piñata del sector público en beneficio de esa caterva de pseudos-empresarios oligarcas. Preguntémonos, ¿Qué fue de la CONASUPO? ¿Qué fue de su multimillonaria infraestructura? Me imagino que debe haber pasado a manos de algún o algunos políticos de turno de aquellos tiempos. Engrosaron, sin duda alguna, el patrimonio de algún empresario politiquero o en su defecto, extranjero, de esos que pululan en la administración pública para enriquecerse con los negocios del Estado. ¿Qué fue de los silos de INDECA? ¿A quien pertenecen ahora? Igual, a un consorcio privado que se benefició con la infraestructura que nos costó a los contribuyentes guatemaltecos y de cuya inversión a través de nuestros impuestos, nunca recibimos indemnización alguna por la confiscación, por el robo, en aras de la eficiencia del mercado.


Mientras, como identificó genialmente Karl Marx a este gran contingente de desempleados creado por la incapacidad estructural del mercado, como Ejército Industrial de Reserva, al menos podía contar con la ayuda gubernamental, pagada con los impuestos de los mexicanos por supuesto, a través de la alimentación de la CONASUPO, hoy, en manos privadas, ya eso es solo un bello recuerdo pues carecen de toda acción solidaria por parte del Estado y mucho menos de la iniciativa privada. Su inversión se fue por el tubo del drenaje. De igual manera, los pequeños agricultores en nuestro país ya no contaron más con esa infraestructura que proporcionaba el estado por medio de INDECA para guardar y comercializar sus productos dejándolos, con su desaparición, desamparados a merced del dumping* que provocaron los grandes productores privados quienes a la larga no solo se quedaron con los silos de INDECA sino con las tierras de los que no pudieron soportar la feroz competencia, obligándolos a estar en sus manos.

Lo de Puerto Cabello sin duda es una falla administrativa por la cual tendrá alguien que pagar con el puesto y en lo penal, sin duda alguna; pero, crímenes como tirar café, trigo u otros productos al mar, incluso matar cientos de polluelos por parte de empresarios para evitar que en el mercado bajara su precio, son hechos premeditados, alevosos y dimensionados calculadoramente. Ese es el verdadero espíritu del capitalismo. Por ejemplo, en la tragedia que hoy nos golpea como es el caso Pacaya-Agatha muchos puentes se cayeron, muchas carreteras sufrieron enormes y cuantiosos daños, solo para citar dos casos. Sin embargo, muchas de esas obras no cumplían los estándares de calidad y no por desconocimiento de sus inversores y constructores sino porque en ellas utilizaron materiales de menor calidad o de especificaciones menores a las establecidas con tal de que del presupuesto quedara embarrada la olla para muchos “funcionarios y exitosos empresarios”. ¡Corrupción! Ahora, ¿se preguntará el editorialista, ¿quién repondrá por esas malas prácticas las vidas humanas que se perdieron? ¿Quién pagará la infraestructura que se perdió como efecto colateral? ¿Quién pagará por los bienes de las personas que fueron arrasados y que ahora vuelve más pobres a los pobres? Eso es delito, pero nadie pagará por ello, ni económica ni penalmente. Al contrario, mejor si vienen más catástrofes para poder acumular mayores riquezas a costa del dolor, sufrimiento y muerte ajena. Para clarificar lo que señalo, en China Popular, por ejemplo, los funcionarios y empresarios que corrompieron a costas del Estado en detrimento de los consumidores vendiendo leche adulterada con melamina, algunos de ellos fueron ejecutados y otros están en la cárcel. Recibieron la sanción a la medida de sus delitos según las leyes de aquel país. En cambio acá, muchos de esos mercaderes de la muerte siguen haciendo grandes negocios cómodamente alojados en hoteles de lujo, con trajes costosos y disfrutando de sus ganancias manchadas de sangre en las playas del Caribe. Como vulgarmente se dice acá, ¡que de a huevo! ¡Esos crímenes, delitos y abusos esperaría el ciudadano común y corriente que los medios señalaran, denunciaran por medio de sus editoriales! ¡Esa sería el ideal papel de la prensa y no el que tristemente a veces juegan de lanzar improperios a todas vistas tendenciosos e ideologizados contra gobiernos que a sus propietarios no son de su agrado! Agruras que no debiéramos soportar los lectores.

El editorialista, en el ideal que fuera equitativo, ni siquiera menciona que el gobierno de aquella nación en estos últimos tiempos ha sido solidario con nuestro pueblo a través de las ayudas de emergencia como respuesta a las catástrofes últimas con toneladas de comida y suministros, así como en infraestructura como los puentes bailey que acaba de enviar para conectar a las comunidades de Río Bravo, Suchitepéquez que habían quedado incomunicadas por la desaparición del puente San Francisco y las, en similares circunstancias, de Pachalum, Quiché. Si se va a destacar lo negativo también tiene que hablarse de lo positivo, sino estaremos ante un periodismo partidista y poco serio.

Los directores de elPeriodico , no dudo han tocado o tocarán en el futuro temas tan importantes como la ética y la objetividad en el periodismo en sus diferentes disertaciones, a cuyo editorialista sugiero asista.

* dumping: acción tomada como contraria a los postulados de la libre competencia por parte de los que controlan la mayor cantidad de un producto o variedad de productos de una misma naturaleza contra los que tienen menor o nulo control sobre estos a través del manejo de sus costos de producción, adoptando un menor precio ficticio y temporal para quebrar a la competencia, el cual después de alcanzado este objetivo vuelven a la normalidad de la oferta y la demanda. Por ejemplo, un gran productor de azúcar por el manejo de sus costos menores puede bajar el precio en relación a un pequeño productor. Se puede dar el lujo de bajar el precio temporalmente ante lo cual el pequeño productor no puede competir pues sus costos de producción son mayores, por tecnología y técnica aplicada a la producción. Esa táctica la realizan los grandes productores para quebrar a los pequeños productores a quienes absorben ya sea como subalternos o como parte de la empresa misma.

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