martes, 9 de julio de 2019

DESDE GUATEMALA CONTRA EL BLOQUEO A CUBA


Como continuidad y afianzamiento de la política de agresión histórica del Estado estadounidense contra el pueblo cubano, el gobierno del Donald Trump ha dado pasos atrás en la búsqueda por establecer relaciones de respeto entre ambas naciones.

El gobierno imperial activó la aplicación de la ilegal e ilegítima Ley Helms-Burton, lo cual profundiza el bloqueo genocida que EEUU viene implementando contra Cuba desde 1962. En particular ha instituido la aplicación del Título III de esa norma injerencista, la cual posibilita a ciudadanos de EEUU demandar en las cortes de ese país a personas, entidades y terceros países que inviertan en territorio cubano en las propiedades nacionalizadas de forma soberana tras el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.

Tal medida agrava las operaciones de empresas de capital cubano y extranjero en la Isla, pero también a ciudadanos estadounidenses y cubanos que se han visto con impedimentos para viajar a cuba y acceder a servicios de salud y turismo, en el caso de los primeros, y para el envío de remesas a sus familiares en el caso de ciudadanos y residentes de origen cubano en el país norteamericano. Más allá, sus consecuencias se orientan a afectar la inversión y el desarrollo de la industria, la agricultura, el turismo, la ciencia, el deporte y la educación, con implicaciones en la soberanía del pueblo cubano hermano.

El gobierno de Trump ha calificado a Cuba una “amenaza de seguridad”, cuando Cuba lo que ha hecho en sus 60 años de Revolución, ha sido asumir una posición en defensa de su soberanía y en la búsqueda de relaciones fraternas, de paz y entendimiento con el pueblo estadounidense. El calificativo de “amenaza” aplicado a Cuba, usualmente es utilizado contra aquellos países independientes, que no solamente no amenazan de ninguna manera al pueblo estadounidense, sino además suelen ser objeto de las políticas de injerencia, amenaza y hasta invasión militar que el imperio norteamericano, creyéndose dueño del mundo, implementa contra otros pueblos que persiguen ser dueños de su propio destino.

Este nuevo capítulo en la implementación del bloqueo contra Cuba, hace parte de la agresión que EEUU viene implementando, así mismo, contra la República Bolivariana de Venezuela y Nicaragua, pueblos y gobiernos que impulsan una política independiente y soberana, por lo que padecen las sanciones y el bloqueo imperialista.

En este nuevo capítulo de agresión y bloqueo contra Cuba, como Frente Popular expresamos nuestra condena a estas medidas imperialistas y nuestra solidaridad hacia el Pueblo y Gobierno cubanos, dignos representantes de la lucha imperialista y la búsqueda por construir relaciones sociales basadas en la igualdad, la justicia y la paz.

¡No al bloqueo contra Cuba!
¡Alto a la política imperialista de EEUU!


Frente Popular
¡Soberanía, Dignidad y Solidaridad!

viernes, 5 de julio de 2019

Compra de aviones y buque: una afrenta para nuestra niñez y nuestro pueblo


Como Frente Popular condenamos la compra anómala e inconstitucional de aviones y buques de guerra, con el supuesto que servirán para garantizar la soberanía del espacio aéreo y marítimo.

Nuestra condena se fundamenta en:

1. Es evidente que esta compra pretendió esconderse con oscuras intenciones. Se está comprando chatarra; se han obviado procedimientos administrativos y legales en su compra; pudiera ser que existan comisiones bajo la mesa para enriquecer a funcionarios civiles y militares;  Se hace la compra en una industria que, como la argentina y la colombiana, presentan signos de fracaso y déficit, no solo financiero sino tecnológico. Se paga una cantidad exorbitante por productos cuyo valor es inferior. Algo turbio hay en esta negociación, siendo que se ha intentado ocultar hasta el último momento y las declaraciones de altos funcionarios gubernamentales es contradictoria.

2. El discurso de la soberanía es completamente falso. Contrariamente, es evidente que somos un país ocupado por un ejército extranjero: el de EEUU. Es evidente, así mismo, que muchos territorios e instituciones del Estado están controladas por funcionarios al servicio del narcotráfico, sin que el ejército haga algo al respecto. Así que, de soberanía: nada.

3. Lo más grave es que más del 60% de la población guatemalteca está en el umbral del hambre o, literalmente, muriéndose de hambre. Estos millones pudieron haberse orientado a paliar la desnutrición crónica en que se encuentra el 50% de la niñez y la hambruna en regiones como el Corredor Seco. Esto  hace que la compra atenta contra los fines del Estado, el cual debiera orientarse a la búsqueda del bien común, el cual, en una realidad tan hiriente como la nuestra, no puede sino situarse en nuestra niñez y en los más desprotegidos.

Reiteramos nuestro rechazo y condena a esta compra. Exigimos a las instituciones correspondientes a investigar esta transacción que huele a corrupción. Llamamos al pueblo guatemalteco a manifestarse y movilizarse contra este gobierno cómico-militar que, a todas luces, demuestra su incapacidad, su política militarista y su opacidad.

Frente Popular
¡Soberanía, Dignidad, Solidaridad!

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