INVASIÓN CONTRA GUATEMALA: 1954

Poema de Gil Zu

Allá en mi pueblo Santiago, contiguo a Doña Lucrecia
se encuentra la Santa Iglesia, en donde los dÏas festivos
entonando coros altivos, dábamos la limosna al prelado
Que pueblo tan entusiasta, me acuerdo que después de misa
todos en mangas de camisa, nos dabamos amena cita
en una grata visita, y calzados con abarca

El compadre Celestino, preparaba el cuchillo
al momento un chillido, se escuchaba en la sala
parecía como si una bala, hubiera matado al cochino
Todo amistad y alegría, pero como dice el dicho
que lo repite Narciso, nunca hay dos glorias juntas
y las alegrías fueron difuntas, sin que amaneciera el día

Con todas esas habladas, que llegaron de la ciudad
el Cura dejó la santidad, y empesó a decir no se que cosas
como que en los jardines las rosas, se verian deshojadas
que ya tenían la lista, con nombres de mucha gente
a estos subversivos clientes, no les debían de hablar
porque acababa de triunfar, la liberación Castillista
a mucha gente paisana se tildaba de haragana, divisionistas y bandidos
a otros de asesinos y al resto de comunistas

Yo, como de esto no entiendo, pero a mi hermano el de la Huerta
se le cerraron las puertas, tambien a mi tío Arnulfo, y a mi sobrino Rosendo
la alegria no tuvo resto, y el Comandante Militar dijo !Basta!
y empesó la persecucion, dicen que la liberacion, era la causante de esto

Diez años de vivir en bonanza, pero hoy estamos divididos
por culpa de esos bandidos
aunque parece que por Liberación, pronto tendremos Revolución
y eso nos da esperanza

Ya hasta el Cura Abdal, que tanto nos despreciaba
ya no nos llama borregos
nos dice Mansos Corderos, 0s daré Justicia Social

HACIA UNA NACION SIN EXPLOTACION NI ANALFABETISMO
Escritores SakerTi