sábado, 11 de marzo de 2017

EXIGIMOS JUSTICIA POR ESTE CRIMEN DE ESTADO



#FueelEstadoCapitalistayNeoliberal

La muerte de 40 niñas y adolescentes en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción del Estado, evidencia que estamos ante la absoluta desprotección y vulnerabilidad. En especial lo están quienes debieran representar lo más preciado: las niñas y niños, los adolescentes. El Estado debió haber garantizado la integridad y vida de estas niñas y adolescentes. Contrariamente, se convirtió en su verdugo.

Las evidencias llevan a afirmar que fue una masacre premeditada. Es una ejecución extrajudicial en donde están implicados agentes del Estado, quienes tenían la responsabilidad directa de protegerlas y cuidarlas.

Sin duda, son responsables aquellos que las violentaron y violaron, aquellos que las usaron como mercancía sexual, quienes las agredieron psicológica y físicamente. Pero también son responsables quienes tenían a su cargo la dirección del centro, así como el Secretario de Bienestar Social y el mismo Presidente de la República como su jefe inmediato superior. También tiene responsabilidades la Procuradora General de la Nación, el Organismo Judicial y el Ministerio Público. De ellos dependía el centro donde ocurrió la masacre. Estos funcionarios e instituciones debieron haber atendido con una nueva política a estas niñas, niños y adolescentes, siendo existían denuncias sobre graves violaciones a los derechos de estos seres humanos vulnerables, tanto a nivel nacional como internacional. La negligencia, incumplimiento de deberes e incapacidad es responsabilidad de estos funcionarios.

Los responsables desoyeron las denuncias de esclavitud sexual y tortura psicológica y física  que padecían las niñas, niños y adolescentes en dicho centro. Ignoraron las peticiones y propuestas que realizó el Procurador de Derechos Humanos y organizaciones que trabajan por los derechos de la niñez y adolescencia, quienes habían planteado el cierre físico de este centro y el traslado y protección de los niños con otra política y en condiciones indispensables para garantizar su protección y atención integral. Las denuncias, exigencias y propuestas fueron ignoradas por el anterior y por el actual gobierno. Esta fue una tragedia y un crimen anunciado.

Más allá, en este hecho doloroso está presente el impacto crudo del capitalismo, que hace que niñas y adolescentes se conviertan en mercancía que pueden ser vendidas y violadas por  el mejor postor. Asimismo, es el resultado de un sistema patriarcal que convierte a la niña, adolescente y mujer en un objeto de apropiación, violencia y esclavitud sexual. Es el resultado de un régimen de represión violenta, que criminaliza a las víctimas y las convierte, en manos de policías y agentes estatales de trata, en objeto hasta privarles de la vida misma. Constituye también, el resultado del Estado capitalista y neoliberal que en aras  de garantizar privilegios a los empresarios para la explotación, el saqueo y la acumulación, sacrifica su deber de protección de los más elementales derechos, como la vida de nuestros niños y niñas. Por eso decimos que este es un crimen más del capitalismo, del patriarcado y un crimen de Estado que no es fortuito sino la continuidad de una política de Estado: la masacre en contra de los seres humanos más desprotegidos y vulnerables, de aquellos que el mismo Estado ha convertido en seres humanos desechables, tal y como lo hizo durante la guerra interna.

Este es un crimen que no debemos dejar que quede en la impunidad. Por ello:

1.      Exigimos la destitución y/o renuncia inmediata de todos aquellos que siendo responsables directos e indirectos, deben ser privados de toda responsabilidad de proteger a nuestra niñez y adolescencia. Su negligencia, incapacidad y responsabilidad penal son evidentes.

2.      Exigimos una investigación científica, juicio y castigo a los responsables directos e indirectos de este crimen de lesa humanidad.

3.      Exigimos al Procurador de Derechos Humanos abandonar su acomodamiento y condescendencia con sucesivos gobiernos, para que en cumplimiento de sus funciones, contribuya a garantizar los derechos de la niñez, adolescencia y de todas y todos los guatemaltecos.

4.      Llamamos a sumarnos sororaria y solidariamente a la protección y recuperación de las niñas sobrevivientes y sus familias, en concreto y en lo inmediato.

5.      Llamamos a ser parte esencial en la protección de la niñez y adolescencia en todos los espacios y momentos de la vida social.

6.      Llamamos a acuerpar las propuestas que en materia de leyes, políticas y acciones realizan organizaciones que trabajan por los derechos del niño y la niña, y de la adolescencia.

7.      Estratégicamente proponemos emprender una lucha política por construir otro Estado: un Estado radicalmente diferente a este que le sirve al capital, al patriarcado, al racismo, y mata a los niños, niñas y adolescentes.

Colectivo Popular Otto René Catillo

Miembro del Frente Popular y Asamblea Social y Popular  

martes, 7 de marzo de 2017

POR UN OCHO DE MARZO
CONTRA EL PATRIARCADO Y EL CAPITALISMO



Como Colectivo Popular Otto René Castillo nos sumamos a la conmemoración del ocho de marzo, como un homenaje a todas las mujeres de la historia, que luchan por  transformar el patriarcado y el machismo como causas de la opresión, violencia y la exclusión hacia la mujer y como razones fundamentales que nos impiden construirnos como una sociedad con equidad y justicia.

Pero también lo hacemos recordando que este día tiene su origen en la lucha de mujeres de la clase trabajadora, que en demanda de mejores condiciones laborales, de trabajo y salariales, de una vida digna, fueron –como siguen siendo– vilmente asesinadas y reprimidas por los capitalistas. Es decir, es una conmemoración que para nosotras y nosotros también tiene un carácter clasista, contra el capitalismo y, por consiguiente, contra el imperialismo.

Estas luchas debieran transcurrir y desarrollarse como aguas de un mismo río. La lucha contra el femicidio, por la justicia en casos de violencia sexual y política (como el de  Sepur Zarco), contra la mayor explotación de las mujeres en empresas capitalistas en lo urbano y lo rural y en casas particulares, por la defensa del territorio, por acceso a tierras y defensa del agua, contra la opresión en el ámbito privado y público, por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, por la vigencia de derechos, son vertientes de una misma causa. 

Las luchas que dieron origen a esta conmemoración, como otras que han sido interpretadas por las mujeres como necesarias, tienen absoluta vigencia. Una vigencia que hace que nos enfrentemos al capitalismo, como al Estado, al machismo como al patriarcado. Es decir, que también confrontamos las políticas de flexibilización laboral y de saqueo de los bienes naturales comunes, contra el machismo y misoginia que reproducen el interés empresarial, corrientes fascistas y atrasadas, contra un Congreso que sigue negándose a decretar leyes que reconozcan derechos de la mujer (como la paridad y alternabilidad, a la salud integral y autodecidida), contra un Estado que sigue permitiendo el femicidio, la explotación y las violencias.

En este marco, entonces, manifestamos nuestra disposición para gestar un proyecto civilizatorio, que se oriente a transformar en todos los órdenes y ámbitos, las relaciones que afectan en específico a la mujer, como al pueblo en su conjunto. Un proyecto que se nutre de cada lucha y organización, de cada propuesta táctica como estratégica formulada desde el movimiento feminista y de mujeres.

Por eso este ocho de marzo nos sumamos a la lucha por los derechos, por la dignidad y la vida plena, la justicia y la equidad para todas las mujeres, porque la sabemos y entendemos como una lucha por construirnos como una sociedad radicalmente diferente a la que reproduce el capitalismo y el patriarcado.


 Colectivo Popular Otto René Castillo

Miembro del Frente Popular y de la Asamblea Social y Popular

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